La América Latina que se muestra en la exposición Portadores de sentido, señaló su curadora Sofía Hernández Chong Cuy, tiene que ver con una región de este continente que comparte aspectos como su idioma español y los otros originarios, así como una sensibilidad, su voluntad de hacer y pasar por una época difícil en la que, por la que más retos existan, sigue gestándose una producción artística.
En la muestra que abrió un par de días atrás en el Museo Amparo, continuó, no se retratan los aspectos usuales de la región, sino que se parte de una profunda investigación: aquella que tiene que ver con la inserción que han tenido “las comunicaciones de los pensamientos”, y la forma en que han derivado en obras “que se han hecho bien y bien pensadas, en ideas que se investigan y dan miradas identitarias”.
Portadores de sentido, que comenzó hace dos años a proyectarse, es una exposición gestada entre el museo y la Colección Patricia Phelps de Cisneros (CPPC), la cual está “enfocada en promover una mayor apreciación de la diversidad, sofisticación y variedad del arte en América Latina, a través de diferentes proyectos de investigación y producción, lo mismo curatoriales que educativos”.
Durante una conferencia de medios encabezada por el director ejecutivo del Museo Amparo, Ramiro Martínez, la curadora Sofía Hernández indicó que este proyecto internacional da una idea clara” de lo que sucede en América Latina, ya que pareciera que los países que la conforman están más conectados con otras regiones, como sucede con Europa.
Dijo que las 100 obras de más de 70 artistas de 16 países hacen que la exposición si bien pareciera estar “retacada” de piezas, ofrece una serie de cédulas que dan posibles interpretaciones de lo expuesto, e introduce a la parte sustancial de cada autor.
Expuso que la muestra inicia con el núcleo Teorías y métodos de la etnografía, que a su vez comienza con la pieza “Mamá Kalunga” (1992) del pintor cubano José Bedia, por dos razones: la primera porque introduce conceptos y herramientas de los años 90 del siglo anterior que impulsaron y definieron las prácticas artísticas, y la segunda porque fue un artista que como otros pensó en sus raíces culturales y las problemáticas que se comparten entre los países, como la migración forzada y el desplazamiento, “raíces asociadas con el movimiento”.
La obra, completó Hernández Chong Cuy, tiene que ver también con la cuestión formal –la ficción geométrica– a la que se suman significados espirituales y religiosos, que son re significaciones que hace el artista. “Otro aspecto que aparece en la primera sala es la investigación, la colección y la difusión que ha hecho sobre ellas la CPPC, lo mismo que su interés educativo”, indicó.
Asimismo, está presente lo afrocubano y lo indígena que hay en las obras, que deja ver la indagación etnográficas, sociológicas y antropológicas de cada creador, a la par de su entorno cultural en el que se ubica.
La segunda sección, Geografía y territorio, “introduce lo geopolítico, pues está pensada para retratar un paisaje de América Latina con diferencias y, por tanto, está armado a partir de lo diverso, a dar otro tipo de contemplación, con imágenes no figurativas sino con otro tipo de procesos como las excursiones, la investigación dada en otros países con rutas que pocas veces se han contado”.
La curadora expuso que, en el tercer núcleo, El entorno urbano, en vez de la naturaleza aparecen los entornos urbanos con sus posibles arquitecturas, sus nuevos recorridos, resignificados y ambientes concretos. Agregó que el cuarto núcleo, El impacto social de los medios de comunicación masiva, refiere precisamente a la manera en que los mass media impactan en la información y en las cuestiones que “tienen que ver con la belleza y el afecto”.
Destacó que, con una sala externa al recorrido lineal de la exposición –que no cronológica–, pues va de 1990 a 2015, se puede ver la “práctica profunda de la experimentación, de la gran reflexión, de conectar al continente y sus excursiones, así como la interacción de los artistas y sus lazos profesionales y afectivos”.
Sofía Hernández acotó que estos núcleos temáticos “están informados en la manera informativa en la manera en que la colección misma se ha formado: sus colecciones de arte moderno, de arte contemporáneo, de materiales del río Orinoco, de arte colonial, así como de artistas viajeros”. “(Lo anterior) marcan los criterios de esta exposición que posiciona al creador como un intelectual, porque las investigaciones de los artistas eran evidentes”, dijo quien hasta hace tiempo tuvo, por siete años continuos, la labor de adquisición e información por toda América Latina en los talleres, las galerías, las bienales, enviada por la CPPC.
Portadores de sentido estará en exposición hasta el 22 de julio, en las salas de exposiciones temporales del Museo Amparo, ubicado en la 2 Sur número 708, Centro de Puebla.