En sus 45 años de existencia, la Unión Popular de Vendedores Ambulantes 28 de Octubre (UPVA) ha tenido que resistir la represión e intolerancia de por lo menos seis administraciones estatales, que le han dejado una estela de presos y asesinatos políticos, de desaparecidos, de dirigentes y militantes perseguidos. Por eso ha resultado un parteaguas que ayer, por primera vez en su historia, esta agrupación –la más importante de la entidad poblana– ha recibido a un candidato a la gubernatura, en este caso a Luis Miguel Barbosa Huerta, para sostener un diálogo y escuchar sus planteamientos.
La UPVA la única vez que se había abierto a acercarse, a convivir, con un partido político fue en 1995, cuando la represión oficial en su contra se encontraba en una de las etapas más agudas.
En aquella ocasión, como una manera de sobrevivir, la 28 de Octubre aceptó proponer candidatos al Partido del Trabajo, que en ese entonces era una agrupación “satélite” del PRI. Sin embargo, fue muy mala su experiencia que decidió no volver a tener tratos con alguna organización partidista.
En este año la UPVA decidió dar un giro de 180 grados y hacer público que es una agrupación que ha sido ignorada por el poder político, ya que ningún candidato –a gobernador, alcalde o senador– se habían acercado a la organización para dialogar y presentar propuestas a un sector muy vulnerable de la población, que son los comerciantes ambulantes, quienes han sufrido la exclusión de un modelo económico que solo atiende las demandas del gran capital.
Quien ganó la partida de esta nueva apuesta de dialogo de la UPVA fue Luis Miguel Barbosa Huerta, el aspirante de la coalición Juntos Haremos Historia, quien de inmediato respondió que aceptaba la invitación pública y acudió al mercado Hidalgo, un día después de que se hizo la convocatoria.
El equipo de campaña del abanderado priista, Alberto Jiménez Merino, hasta hoy responderá si acepta acudir al encuentro con las bases de la 28 de Octubre.
Y en el caso de Enrique Cárdenas Sánchez, el candidato común del PAN, el PRD y Movimiento Ciudadano, será hasta el jueves de esta semana cuando su equipo de agenda hará una valoración para decidir si le convence asistir a un foro de discusión con una organización de izquierda, que nunca ha estado de acuerdo con el corporativismo que proponen todos los partidos políticos.
La UPVA viene de sufrir una de las peores oleadas represivas, que estuvo a cargo del morenovallismo, que le costó el encarcelamiento de su líder Rubén Sarabia “Simitrio” por tres años, sin que hubiera un delito que perseguir en su contra.
Ahí no terminó todo, pues los hijos de “Simitrio”, Rubén y Xihuel Sarabia Reyna, también perdieron su libertad mediante procesos penales amañados. Y el hecho más grave fue la ejecución de Meztli Sarabia, otra hija del también fundador de la 28 de Octubre.
Bajo el anterior contexto, se puede evaluar que el primer candidato en acudir al dialogo con la 28 de Octubre le fue muy bien.
Luis Miguel Barbosa hizo un relato de la persecución que ha sufrido la UPVA y se comprometió a que si gana la contienda, encabezaría un gobierno en el que no habría cabida para la represión ni el espionaje político.
Algo que gustó mucho a los asistentes, contó un testigo del encuentro, es que el candidato aceptó escuchar y responder a las preguntas de los militantes de la 28 de Octubre, quienes son comerciantes ambulantes con la formación política que imparte la UPVA y que los hace ser críticos y duros en su visión de la forma en que se ejerce el poder político en Puebla.
Ahora habrá que esperar la respuesta de los otros dos candidatos del actual proceso electoral extraordinario y saber si podrán resistir el escrutinio de un público crítico, como son las bases de la UPVA, que han sufrido en carne propia la represión del PRIAN.