Un hombre que dejó todo por dirigir una de las batallas más importantes del país, que se consideró “un hijo de la patria” y como tal, puso por encima de cualquier cuestión personal el bien de una nación entera. Así, es como especialistas conciben a Ignacio Zaragoza (24 de marzo de 1829– 8 de septiembre de 1862), el general que ganó la batalla del 5 de mayo de 1862.
Para conmemorar el 190 aniversario de su natalicio y como parte del programa Rostros del 5 de Mayo, el Museo Fuerte de Guadalupe prepara una exhibición con alrededor de 25 piezas, entre timbres, fistoles, pines, billetes, un juego, litografías, un diario francés e incluso una carta de Benito Juárez destinada al propio Zaragoza, que dejan ver la personalidad y la importancia de este militar.
Jesús García Ávila es el curador de esta exposición que abrirá el 30 de marzo a las 18 horas en la sala temporal del museo ubicado en la zona de los Fuertes, con una conferencia inaugural a cargo de Juan Carlos Maldonado Sierra y Rafael Chávez Mora, este último investigador del INAH.
Durante una breve entrevista, el investigador formado en la UNAM señaló que un personaje como Zaragoza es ejemplo de templanza, justicia y fortaleza, que luchó no sólo en una batalla, sino por más de un año detuvo al ejército enemigo.
Agregó que, si bien a partir del decreto de Juárez se empieza a reconocer y a adoptar la figura del general Zaragoza como ejemplo de lucha, hay quienes lo critican ya que México es dueño de “una historia dicotómica”.
A esos detractores, mencionó García Ávila, habrá que recordarles que, con sus acciones, Zaragoza “encumbró” la unidad nacional y abonó a fortalecer la identidad de este país.
De igual forma, Juan Carlos Maldonado dijo más allá de sus intereses personales, Zaragoza luchó por su patria. “Fue un hombre de su tiempo, un hombre del siglo XIX, que con sus 33 años tomó las riendas no solo de su carrera militar sino en ser un guardián de México”.
Confió, también durante una breve charla, que la batalla del 5 de mayo fue la cumbre de una serie de afrentas que el general libró y que afianzaron su carrera militar. “La generación de Zaragoza fue de hombres gigantes como Melchor Ocampo, Santos Degollado o el propio Benito Juárez”.
Acotó que todos ellos fueron hombres desinteresados que más allá de los beneficios económicos lucharon por su propio concepto de nación, siendo ejemplos de honorabilidad y cabalidad. “Realmente no tenían ambiciones políticas, sino que lucharon por un proyecto de nación”, sostuvo Maldonado Sierra.
Por su parte, Miguel Ángel Díaz Sánchez, director del Museo Fuerte de Guadalupe indicó que la exposición General Ignacio Zaragoza 190 aniversario de su natalicio, se enmarca en el programa Rostros del 5 de Mayo el cual investiga y difunde el patrimonio cultural de este recinto que pertenece al Instituto Nacional de Antropología e Historia
Explicó que el museo –inaugurado el 8 de septiembre de 2012 en torno a los 150 años del aniversario luctuoso del propio Zaragoza–, posee un conjunto de piezas provenientes de una colección particular de El Colegio de Puebla, que el recinto resguarda en comodato.
Destaca que dicha colección carece de una curaduría, por lo que el programa es una forma de acercarse a las piezas a través de la propuesta académica de los diferentes investigadores que han sido invitados a organizar alguna exposición. Así, especialistas de la UNAM, el INAH, la UAP o la Autónoma de la Ciudad de México, se han acercado a personajes como Miguel Miramón y Maximiliano de Habsburgo, y ahora Ignacio Zaragoza, siendo ésta la ocasión en que se retoman y se exhiben un mayor número de piezas, pues regularmente se eligen entre cinco y 10 piezas.
En suma, indicó Díaz Sánchez, el Museo Fuerte de Guadalupe “busca no ser museo más del 5 de Mayo, sino un espacio vivo que haga que la gente quiera regresar a visitarlo”.