A casi un año de su destrucción, el gobierno del estado de Puebla volvió a intervenir en la Casa del Torno, la casona colonial de los siglos 17 y 18, que fue destruida por la Secretaría de Infraestructura para la construcción de un teleférico.
Ayer se pudo observar a un grupo de obreros dentro de la construcción, que retiraron los tablones que separaban la mole de concreto con el bulevar 5 de Mayo, en un evidente reinicio de los trabajos a pesar de que hay un litigio jurídico con un grupo de ciudadanos que se opone al teleférico.
La Casa del Torno fue demolida en noviembre del año pasado como parte de las obras del teleférico que construye la empresa APyP con un costo de 480 millones de pesos.
Este lugar se encontraba protegido por las leyes federales, ya que fue incluido dentro del Catálogo Nacional de Monumentos Históricos con la clave 21114001 0185; se trataba de una construcción de características típicas de la arquitectura colonial poblana de los siglos XVII y XVIII.
Pero esto no fue suficiente para el entonces secretario de Infraestructura, José Antonio Gali Fayad, hoy alcalde electo, quien autorizó la demolición asegurando que contaba con los permisos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y del ayuntamiento de Puebla, a pesar de que éstos nunca fueron mostrados.
El propio Gali Fayad propuso en mayo pasado, en plena campaña electoral, que la Casa del Torno sería reconstruida para crear ahí un “centro cultural”; incluso aseguró que la reconstrucción tardaría cuatro meses, lo que le acarreó una serie de críticas debido a que pudo haber evitado la destrucción del inmueble.
Días después de su demolición, el Comité de Defensa del Patrimonio Histórico, Cultural y Ambiental de Puebla A. C. exigió la restitución de todos y cada uno de los elementos característicos de esta vivienda, que tenía como dirección la calle 8 Norte 414, y recordaron que fue incluida en el catálogo Nacional de Monumentos del INAH en 1970, 1985 y 1990 por contener los elementos necesarios para ser concebida como un bien con valor cultural.
Metros más adelante, en la 12 Oriente y 6 Norte, fue destruida por completo la estación de servicio automotriz Valdés, negocio que por más de medio siglo le perteneció a la familia de ese apellido, pero que los actuales propietarios se habían negado a vender al gobierno estatal.
De acuerdo con fuentes del INAH, “el gobierno del estado finalmente le dobló las manos a los dueños para que vendieran porque estaban decididos a defender su negocio”. Ayer por la mañana se pudo observar que del “servicio Valdés” solamente queda la fachada.
En la calle 6 Norte la empresa APyP está reconstruyendo la torre del teleférico a pesar de que está en curso un procedimiento de amparo por parte de los vecinos de dicha calle, así como del grupo de académicos defensores del patrimonio poblano.