Oscar Ochoa Flores
Este primero de diciembre de 2018, se programó como parte de las actividades protocolarias del nuevo presidente, el recibir el bastón de mando, por parte de grupos originarios convocados por Adelfo Regino Montes, titular del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas dentro de una ceremonia en la que estuvieron presentes 32 llamados gobernadores indígenas. ¿Qué significa esta ceremonia? Según el propio Adelfo, representa la autoridad del portador a través de los distintos cordones de diversos colores que se desprenden del mismo bastón.
Pero la pregunta es si estuvieron representados todos los indígenas del país en tal ceremonia, ya que los pueblos mayas que sufrirán la llegada del tren sobre sus territorios, destrozando selva, cenotes, zonas arqueológicas y pueblos, es decir, el patrimonio biocultural de la península, ¿acaso se sienten representados por el nuevo presidente? También preguntamos si los pueblos desplazados por la violencia paramilitar en Chiapas forman parte de esta ceremonia, ya que las condiciones de violencia y pobreza no se modifican solo con el cambio en el Poder Ejecutivo.
¿Se sentirán representados los pueblos rarámuris de Chihuahua que han optado por el suicidio colectivo frente a la hambruna y el frío y que denuncian la ejecución de varios de sus dirigentes? ¿Y los pueblos Me´phaa de la montaña de Guerrero que históricamente han estado bajo el acoso militar y el hambre se sentirán representados? O los pueblos Yoreme y Yaquis que pelean contra el despojo de su agua y territorio; ¿o los Wixarika, guardianes del desierto, que luchan contra las mineras que pasan sobre las leyes nacionales despojándolos de sus territorios sagrados? ¿Y los pueblos ancestrales que han peleado contra los megaproyectos de despojo y depredación en la Cuenca de México? ¿Ellos y muchos más, y no sólo quienes son parte de Morena, se sentirán entusiasmados con el nuevo gobierno que ha proclamado la continuidad de megaproyectos con otros modos?
En resumidas cuentas, la entrega del bastón de mando que le entregaron al nuevo gobernante, al modo de un Huey Tlatoani del imperio mexica, llega con el reconocimiento legítimo de algunos sectores de la población indígena del país, al igual de Lázaro Cárdenas en su momento, pero con serios cuestionamientos al proyecto de nación opresora que él impulsa, porque como ha hecho notar Carlos Fazio, en América Latina los despojos más grandes a los pueblos indígenas, se han dado bajo los regímenes de la llamada izquierda “progresista”.
La aparente neutralidad de un gobierno que concilie los intereses de ricos y pobres, no es sino la fachada para impulsar los proyectos de quienes lo han dejado llegar hasta el gobierno. Bien dicen que al que dos amos sirve con uno queda mal, y tanto la composición de su gabinete como la de sus asesores, indican que el proyecto neoliberal viene con un gran impulso, dejando nuevamente a los pueblos indígenas en la lista de espera frente a las urgentes transformaciones económicas, políticas y sociales que históricamente les adeuda el Estado mexicano.
El bastón de mando que se le dio al presidente es otra simulación con la que llega este gobierno, y los indígenas ahí presentes sirvieron voluntariamente o no de comparsa a los perpetradores de tal infamia. Que se sepa: en muchos territorios de México, pueblos originarios sobreviven al capitalismo y al racismo, resistiendo y autogobernándose en concejos, el Concejo Indígena de Gobierno de Congreso Nacional Indígena es uno de esos ejemplos. Vivan los autogobiernos de pueblos originarios que exigen mandar obedeciendo.
Foto: familias de pueblos originarios desplazados en Guerrero por la violencia: diciembre de 2018.
“Nosotrxs los Indixs” de Hugo Blanco Galdós
En anticipación de la cuarta edición de Nosotros los Indios, texto imprescindible de luchador social peruano Hugo Blanco Galdós, compartimos fragmentos del libro que reflejan su caminar y compromiso con los pueblos oprimidos de América Latina y del mundo durante más de medio siglo. Se vienen compartiendo estos materiales como parte de un esfuerzo colectivo de compañeras y compañeros de distintos puntos junto con Hugo para hacer caminar su legado, nutrir los movimientos de abajo actuales con la rica experiencia y acompañamiento que toda una vida de lucha puede brindar. Como escribe Hugo en la última edición de “Lucha Indígena”, “Moriré tranquilo sabiendo que mi legado ha comenzado a caminar. Las personas que quieran sumarse al legado de Hugo Blanco Galdós, pueden escribir a: [email protected].
El Che nos enseñó la importancia de la renuncia. En primer lugar, a la renuncia del poder conquistado en la revolución. Entiéndase bien, renuncia al poder para uno mismo, porque era el pueblo el que debía tener acceso al poder y a todos los beneficios que se podían derivar de aquello. Pero no a, que habrá quienes usan mis experiencias para motivarse a seguir luchando”. Para saber no aspiraba, ni por asomo, a la conquista de la menor parcela de poder para beneficio personal.
Creo que las enseñanzas éticas de la frase “ser como el Che” fueron la potencia que nutrió a una generación de hombres y mujeres que dieron su vida por la revolución. Trascendía, con mucho, una línea política concreta, para empapar la acción colectiva en cada hora y cada minuto de la vida.
Casi medio siglo después, siento que la vida de Hugo Blanco Galdós ha estado cincelada por esos mismos principios éticos, modelada por dentro por esa tensión que impulsa a ir más allá, siempre más allá; no por ambición personal, sino para romper con lo existente y crear algo nuevo. La vida es creación, o no es.
De punta a punta, la vida de Hugo es creativa. En su juventud, la lucha por la reforma agraria lo llevó a crear la primera guerrilla sindical del Perú y probablemente de América Latina. A sus 82 años, sigue creando a través del periódico mensual Lucha Indígena, que recoge los más diversos impulsos de los de abajo, de resistencia y creación de mundos otros. En ese largo recorrido, en el que ha ocupado el sillón de senador, pero nunca se desprendió de las sandalias de campesino indígena, ha sido capaz de descubrir mundos nuevos, de re-crearlos al nombrarlos y defenderlos.
Hugo nació a la militancia desde su realidad de campesino para abrazar la causa del proletariado revolucionario y del marxismo. Con los años, y una sorprendente capacidad de aprendizaje, comprendió la importancia del feminismo y del zapatismo, y ya en los últimos años se convirtió en defensor de la naturaleza, de la vida.
Hay vidas tan hermosas, tan intensas y radiantes que resulta difícil escribir sobre ellas sin cometer sacrilegio, porque se corre el riesgo de empobrecerlas con palabras. Hay seres que sostienen esas vidas con alegría y sencillez, como si no fueran responsables de la maravilla que han creado simplemente viviendo.
Es poco y sobre todo insuficiente lo que puede decirse de Hugo. Creo que el secreto de su coherencia personal y política está en sus sandalias, en sus pies desnudos que comenzaron a escamarse siendo niño en la serranía cusqueña y nunca dejaron de ser lo que son -pies de campesino indio- aunque se posaran sobre delicadas alfombras o duros pedregales.
Solo queda dar gracias a la vida por haberlo conocido y por compartir algunos de sus muchos pasos de su largo caminar. Ojalá seamos capaces de seguir su ejemplo de vida, con la misma naturalidad con la que siguen caminando sus pies indios sobre las más diversas tierras del mundo.
Raúl Zibechi
Del capítulo 9: Movimiento indígena: su lucha actual, su relación con otras luchas y el resto de la sociedad
Últimamente, debido a los llamados adelantos técnicos y científicos, la agresión a la humanidad en su conjunto aumenta en forma pavorosa e innegable por el calentamiento global producido por la emisión de los gases de invernadero y otros ataques a la naturaleza, de modo que ni la publicidad ni todo el poder de los medios de comunicación ya pueden esconderla.
Quienes gobiernan el mundo ya no son los Estados, son las grandes compañías capitalistas multinacionales que usan a los gobernantes de los países como servidores suyos, pero no sólo a ellos, también tienen bajo su mando a los parlamentos, poderes judiciales, fuerzas armadas, policías y, como ya dijimos, a los medios de comunicación.
Las desigualdades sociales y económicas son crecientes, hay cada vez más millonarios, cada día más ricos y por otro lado, cada vez más hambrientos. Hay creciente facilidad para la circulación de mercancías en el mundo y más barreras para la circulación de personas pobres.
Los servicios sociales de salud y educación ya no son tales, son fundamentalmente negocios de las grandes compañías.
No interesa la salud de la gente, lo que interesa es la salud de las grandes empresas de alimentos, productoras de medicinas y clínicas privadas.
La educación interesa para proveer servidores del gran capital y también es cada vez más un negocio en sí misma.
La expansión ilimitada del gran capital agrede a toda la humanidad, pero con más fuerza a las poblaciones indígenas del planeta.
¿Qué nos enseña la cultura del capitalismo acerca de los indígenas?
Que son culturas que pertenecen al pasado, que hace tiempo fueron superadas por la humanidad, que por lo tanto son atrasados, que pertenecen a razas inferiores que para superarse deben aculturarse, asimilarse a la cultura dominante, alfabetizarse en ella, asumir sus valores.
La gran mayoría de la humanidad ha sido domesticada en esos criterios por el capitalismo, heredero del esclavismo y el feudalismo. Inclusive parte de los propios indígenas comparte esos criterios y se esfuerza por “superarse”, es decir, aculturarse, algunos como parte de ese aprendizaje prefieren medicinas y abonos químicos.
Sin embargo, el fuerte ataque sufrido por dichas poblaciones últimamente, revierte este proceso de aculturación. Los indígenas, al defenderse del ataque valorizan cada vez más su propia cultura, dejan de avergonzarse de ser indígenas, se fortalece el orgullo indígena.
Como vivimos dentro de una sociedad deformada, naturalmente este es un proceso complejo y contradictorio, surgen burocracias indígenas, lo cual es opuesto a su cultura, surgen teorizadores de los valores culturales mezclados de pintoresquismo, etc. Es parte natural del proceso, sabemos que estas distorsiones serán superadas precisamente por la fuerza del ascenso de sus luchas…
CNI-CIG-EZLN: Comunicado al pueblo Mapuche
Al pueblo mapuche
Al pueblo chileno
A los pueblos originarios de América
A la Sexta Internacional
Hermanos y hermanas del digno pueblo mapuche,
Los pueblos, naciones, tribus y barrios que conformamos el Congreso Nacional Indígena, el Concejo Indígena de Gobierno y el EZLN abrazamos solidariamente la familia del compañero mapuche Camilo Catrillanca, quién fue asesinado durante una operación de un grupo táctico de Carabineros de Chile ocurrido el 14 de noviembre de 2018 en la comunidad de Temucuicui en la región de la Araucanía. Conocemos la lucha centenaria que el digno pueblo mapuche ha hecho para defender sus bosques y ríos así como la represión y montajes que los cuerpos policiales del mal gobierno chileno efectúan sobre territorios mapuches para acabar con la defensa de la vida.
Los pueblos, naciones, tribus y barrios del CNI, el CIG y el EZLN condenamos el cobarde ataque de mal gobierno chileno y de sus fuerzas policiales chilenas. Exigimos que cese la represión y criminalización en contra de los pueblos mapuches que defienden sus territorios. Exigimos también que la muerte del comunero mapuche Camilo Catrillanca no quede impune. Al pueblo mapuche reiteramos nuestra respeto y solidaridad. Saludamos su digna lucha por la defensa de la vida y el territorio.
ATENTAMENTE
Noviembre de 2018
Por la reconstitución integral de nuestros pueblos. Nunca más un México sin nosotros
Congreso Nacional Indígena – Concejo Indígena de Gobierno
Ejército Zapatista de Liberación Nacional