La noticia heló más aquella mañana de miércoles. La confirmación de Proceso fue clara, directa, con las palabras exactas, sin una de más, como creo debe de ser en esos casos. “Fallece Julio Scherer García” se leía en el espacio designado a la nota principal. Si el final de 2014 fue dificil para la Redacción de Fresas 13 con la partida de Vicente Leñero, el inicio de 2015 fue un golpe duro. Para varios lectores de Proceso la noticia nos dejó en desconcertados, sin palabras, con tristeza. La foto de Carmen Aristegui lo dice todo.
Querido y admirado por muchos; odiado e incomodo para otos más, rápidamente las redes sociales se convirtieron en ese libro de condolencias virtuales que reflejaba el pesar de muchos. La partida de don Julio, considerado el mejor periodista mexicano, deja un vacío enorme en la vida pública del país, un vacío dificil de llenar. Quedará para la historia su paso por Excélsior, cuando era considerado uno de los mejores diarios del mundo, y el “golpe” en su contra orquestado por el gobierno de Echeverría. Quedará Proceso como fruto de esa defensa a la libertad de expresión y por un periodismo crítico en contra del poder. También quedará en los archivos la histórica entrevista al subcomandante Marcos transmitida por canal 2, en una colaboración unica con Televisa.
Para el que escribe estas líneas quedará marcado el recuerdo de aquella portada de la edición 1744 del 4 de abril de 2010. El texto “En la guarida del Mayo Zambada. Crónica de un encuentro insólito” estaba acompañado por una foto de Don Julio con uno de los capos más buscados por el gobierno mexicano y estadounidense, justo en uno de los momentos más críticos de la guerra contra el narcotráfico. Una portada provocadora, de esas para la historia, de esas para el archivo. En ese entonces estudiante de Comunicación, la crónica realizada por Scherer García se convirtió (y sigue siendo) una lección de periodismo.
Con la muerte de Ddon Julio la pregunta natural se hizo presente: ¿Qué pasará con Proceso?. Entre las respuestas algunos pronostican cambios en la línea editorial; otros más pronostican su venta; otros, su final. La respuesta más tranquilizante viene de adentro, de la Redacción. Dos reporteros de la revista señalaron –cada quien por su lado– que “el equipo está unido”, que hay Proceso para rato. La ausencia de Don Julio sólo será física, aquí se seguiran presentes, entre las clases de periodismo y el día a día en las redacciones, sus lecciones, sus enseñanzas, su legado, su ejemplo. Aquí seguirá presente para recordarnos el periodismo que tanto necesita nuestro país. Don Julio como una lección de periodismo.