Todo parece indicar que, los funcionarios de la administración actual, olvidan algunos temas del pasado reciente; tal fue el caso del nuevo funcionario gringo, Luis Videgaray, cuando en la pasada reunión de la OEA, señaló lo siguiente “En México, no asesinamos estudiantes, ni activistas”. Vaya con el señor, tan desmemoriado que ya olvidó las matanzas de estudiantes del 2 de octubre de 1968 o la del 10 de junio de 1971, y la más reciente la de Ayotzinapa.
En ese sentido, no extraña la nota publicada, la semana pasada, por el periódico The New York Times, informando que, en México, el gobierno practica una vigilancia estrecha a periodistas y activistas. Se sabe que el gobierno federal ha gastado en la adquisición del sistema de espionaje, de origen israelita, conocido como Pegasus, la nada despreciable cifra de “55 millones 800 mil euros o lo que es lo mismo mil millones de pesos”. Cantidad invertida desde el año 2012 a la fecha. Despilfarro enorme si se compara con los continuos recortes realizados al gasto público, en especial, contra educación y salud.
En cuestiones económicos las cosas siguen mal, sobre todo para los distintos grupos sociales del país: La concentración de la riqueza se agudiza, mientras Peña Nieto continúa con los tediosos discursos para “superar la pobreza y la desigualdad…”
Recientemente la Cepal, dio a conocer su informe sobre: “La distribución y desigualdad de los activos financieros y no financieros en México”, donde se advierte que “210 mil personas tienen inversiones en la Bolsa de Valores de México, mismas que poseen 23 por ciento de la riqueza nacional.” Para un país catalogado entre los 10 más poblados del planeta, el asunto es bastante delicado. A esto se agrega, el aumento de la tasa de interés por parte del Banco de México, lo cual repercutirá inmediatamente en los precios al consumidor, con lo cual seguramente se rebasará la afirmación de Carstens de mantener la inflación en 3 por ciento. Por lo que toca a temas de corte social, impactó conocer la cifra de muertes violentas acaecidas el mes pasado, pues según se supo: “2 mil 186 homicidios sucedieron en mayo del 2017”.
Así cómo quieren que México atraiga un mayor número de turistas; los hechos violentos que se multiplican, hacen difícil que los turistas incursionen por alguna región del país. La falta de seguridad –pese al discurso de la autoridad–, es condición cotidiana de muchos mexicanos.