El asesinato del presidente municipal de Huitzilan de Serdán, Manuel Hernández Pasión ha sido tomado como bandera política por la organización Antorcha Campesina, la cual ha culpado, sin prueba alguna, del crimen al luchador social Alonso Aco y al sacerdote católico José Martín Hernández.
Es no solo irresponsable e inmoral acusar a quien sea de cualquier delito sin aportar pruebas fehacientes.
En el caso de Alonso Aco, su inocencia en éste o cualquier otro delito es incuestionable, porque su trayectoria de lucha ha sido siempre en paz y dentro del marco que la Constitución permite a todo mexicano. No solo eso: constancia de su compromiso con la defensa de los derechos humanos y de los indígenas la dan ciudadanos de Huitzilan y organizaciones sociales y productivas que ante las calumnias de Antorcha Campesina, han salido a manifestarle su solidaridad y reprobar la actuación de la organización.
En la entrevista que Alonso Aco tuvo la noche de este domingo en el programa Aquí Vamos, de esta casa editorial, el también militante del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) pidió ser investigado para deslindar responsabilidades, pero también dijo que es necesario indagar a Antorcha Campesina sobre el homicidio.
La propuesta de Aco es sensata, pero sin duda alguna, no puede ser la Fiscalía General del Estado la que lleve a cabo las indagatorias, por los resultados que ha tenido en estos años y que son harto conocidos, así que se hace precisó la intervención de una instancia federal como la Procuraduría General de la República en este caso.