La policía municipal de Ciudad Serdán golpeó este lunes a dos abogados dedicados a la defensa de los derechos humanos en la localidad, y sin la orden de un juez detuvo en un supuesto operativo a uno de ellos, a quien amenazó de muerte si seguían evidenciando al alcalde Juan Navarro.
Se trata de Érika Brenes Juárez y Massiel Arellano, quienes son esposos y fueron aprehendidos a golpes, al interior de su vehículo particular, en presencia de sus menores hijos de 2 años y 9 meses de edad.
La información fue dada a conocer por Claudia Martínez, de la Casa de Periodistas, quien informó que esta familia está siendo agredida por la autoridad local, debido a que han denunciado una serie de irregularidades al interior del ayuntamiento, pues la abogada Érika Brenes fue ex trabajadora del actual gobierno.
Por esta razón, adelantó que la agraviada ofrecerá esta mañana en la ciudad de Puebla una rueda de prensa para hacer pública la denuncia en contra del alcalde Juan Navarro, el mismo que cuenta con una hacienda con animales salvajes.
Este domingo, incluso un hipopótamo salió de su rancho y fue atropellado por automovilista, deslindándose el edil que el animal sea de su propiedad.
Los abogados fueron atacados por el policía José Franco Rodríguez Bautista, quien a bordo de la patrulla municipal de Ciudad Serdán número PE352, con placas de circulación SM-43-313; y en el supuesto operativo golpeó a Érika Brenes en el rostro y le quitó su teléfono celular, desde donde documentaba la agresión.
La declarante destacó que el oficial José Franco Rodríguez es familiar del presidente municipal Juan Navarro, quien amenazó a los abogados, incluso con la muerte, si se atrevían a denunciar públicamente los hechos.
Dijo que esta misma persona intentó obligar a Érika Brenes y Massiel Arellano a firmar documentos, para evitar la detención, sin que supieran el motivo del arresto.
La familia de Érika y Massiel se ha opuesto a las medidas impuestas por el edil de Ciudad Serdán y se ha manifestado en sus informes de gobierno por falta de resultados.
Hace un año, un miembro de esta familia se amarró a un árbol de más de 100 años de vida, que sería talado para la ampliación de una carretera.
“Es un asunto personal, porque esta familia les está dando batalla. El suegro de Érika se amarró a un árbol de más de 100 años para frenar la ampliación de una calle”, informó la periodista y defensora de los derechos humanos.