La Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales admitió realizar una consulta pública sobre el permiso que el Grupo Sadasi solicitó para talar mil 155 árboles de encino y palo de rosa, entre otros, en la zona forestal de La Calera, ubicada en la capital estatal; sin embargo, esta consulta no se realizará en una asamblea, sino a través de opiniones vía internet, lo cual a decir de ambientalistas como Pame Tajonar resulta una simulación, porque el esquema de participación para la gente es extremadamente limitado.
En Tierra Baldía, el portal que dirige la periodista ambiental, se establece que la consulta fue publicada el 24 de noviembre y estará disponible por 20 días naturales; es decir, que el plazo para que los ciudadanos aporten sus opiniones sobre el proyecto se vence el 14 de diciembre.
Los ciudadanos, según se indica en la publicación de la consulta, podrán “proponer el establecimiento de medidas de prevención y mitigación adicionales, así como las observaciones que considere pertinentes, mismas observaciones y propuestas que se agregarán al expediente respectivo y se consignarán en la resolución que se emita”.
La reportera Shanik David consignó en dicho reporte que las afectaciones que traerá consigo el proyecto de construcción del fraccionamiento “Bosques de Chapultepec 4”, en la zona de La Calera, dañará de manera irreversible la masa forestal del área.
Esto se indica en el Manifiesto de Impacto Ambiental 21PU20 16FD059, el cual fue difundido como parte del proceso de consulta pública que lanzó la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales a petición de la empresa Sadasi S.A. de C.V. y de un ciudadano.
Aunque desde finales de octubre ya se sabía del proyecto, fue hasta ahora que se tuvo acceso al MIA que presentó ante la dependencia federal la inmobiliaria, en donde se intenta minimizar el impacto que tendrá el proyecto, pues por ejemplo se señala que el cambio de uso de suelo para la afectación de vegetación representa menos de 10 por ciento del área total en el que se desarrollarán los trabajos, ya que mientras el fraccionamiento abarcará 22.7317 hectáreas, se dañarán 2.3055 hectáreas de áreas verdes.
Además, se refiere que “con la actividad de desmonte serán retirados árboles y arbustos para el cambio de uso de suelo; sin embargo, esta vegetación que será retirada no se encuentra bajo ningún estatus o protección”.
Y si bien las especies no son protegidas, las medidas de mitigación propuestas por la empresa para reducir el impacto al ambiente, sobre todo en lo referente a la vegetación se quedan cortas ante el impacto.
En el Manifiesto de Impacto Ambiental se indica de manera puntual que serán mil 155 árboles los que serán removidos para los trabajos, correspondientes a encinos rugosa, glaucoides, hoja ancha, chino y gris, así como flacida, frijolillo, palo dulce, táscate, cazahuate y uña de gato.
Para reparar este daño se propone la reforestación de la zona con 687 árboles de palo dulce y encinos hoja ancha y glaucoides; esto implica que, de llevarse a cabo el proyecto, se perdería 40 por ciento de los individuos de esta zona de La Calera, pues la reforestación representa poco menos de la mitad de la afectación.