Ejidatarios de la zona de Oriental arrojaron estiércol en la puerta principal del Congreso de Puebla, para protestar contra la instalación de Granjas Carroll ante el historial de contaminación del aire y de mantos freáticos que arrastra esa compañía en el país.
Además, exigieron al gobierno interno de Guillermo Pacheco Pulido cesar el acoso y las intimidaciones contra opositores a los megaproyectos, tras el asesinato de Leonel Díaz Urbano, quien luchó contra la construcción de una hidroeléctrica en la comunidad de San Juan Tahitic del municipio de Zacapoaxtla.
En enero, Granjas Carroll de México presentó el rastro Tipo Inspección Federal (TIF) que construyó en el municipio de Oriental con una producción de 10 mil cerdos sacrificados al día.
En la operación del rastro, la firma tiene como socia a la compañía norteamericana Smith Field, de acuerdo con la información que difundió Tito Tablada Cortés, director de Relaciones Públicas de GCM.
Liderados por Oswaldo Villegas, los ejidatarios, oriundos del municipio de Cuyoaco, próximo a Oriental, exigieron el cierre inmediato del rastro al denunciar que sus actividades han provocado problemas de salud en las zonas de Puebla y Veracruz donde opera actualmente.
Dice GCM que cumple con estándares ambientales
Tras la manifestación de los pobladores, Granjas Carroll difundió un comunicado en el que aseguró que cumple con estándares medioambientales en su operación en Puebla y muestra de eso –dijo– son los certificados como Industria Limpia y de Calidad Ambiental en granjas emitidos por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
Asimismo, garantizó que ha logrado la disminución en consumo de agua en 436 millones de metros cúbicos, la reducción de residuos sólidos urbanos y residuos de manejo especial en 13.3 millones de toneladas, así como la disminución de emisiones de CO2 en 47.4 millones de toneladas.
También explicó que en el sistema de producción de cerdos obtiene tres productos a partir del depósito de excretas en digestores anaerobios: biofertilizante, agua tratada para reciclaje, así como biogás, al que describió como combustible renovable con el que produce 65 por ciento de la energía eléctrica que demandan sus procesos de producción animal.