El más reciente libro de Isis Samaniego es azul. Como resabio de su vena plástica publica Jacaranda, un breve poemario que refiere a este árbol que es visto de manera circular: en sus hojas, flores, troncos, pájaros y otros seres microscópicos que lo habitan, como un ser vivo que es un ecosistema propio y se para frente al hombre.
Jacaranda, señala, es publicado por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y se presentará en 2019. En una edición de bolsillo cuidada por Carlos Alejandro y como parte de la revista Opción que publica dicha casa de estudios, el breve libro recoge 46 poemas de manufactura reciente.
“Es una poesía tal cual. Este poemario es distinto a los anteriores pues fueron hechos en prosa poética. Aquí es la economía del lenguaje”, define Samaniego durante una entrevista.
Agrega que al igual que el anterior poemario Verde lágrima –Colección Extra(e)ditados, UAP, 2017–, Jacaranda “salió de un tirón” con sus 46 poemas divididos en las secciones Tronco y Fronda.
Dichos poemas, indicó, tienen que ver con las problemáticas actuales, sobre la forma en que los árboles pueden ser desechados en las decisiones urbanas: “Si hay una nueva ruta, un nuevo camellón o un nuevo edificio, hay que derribarlos”.
Tiene que ver, continuó Samaniego, con lo que pasa con el ecosistema, con los parques ocupados por vendedores, mientras a elementos clave de lo urbano como los árboles, se les olvida.
Durante una entrevista, la también autora del libro de poemas Acuario, refirió que, por tanto, en su obra parecen salir a flote las alertas lo mismo que los presagios sobre lo que ocurre con la naturaleza y su destrucción.
“Tenemos que ver a este tipo de elementos y decir que son bellos, que tienen que ver con ver la naturaleza y con el otro. Ver al árbol como un ecosistema propio, como parte de un engranaje con vidas propias, como un ente que vive y que conlleva que en su torno coexistan otros. Todo a pesar de su pequeñez, porque es importante en nuestro mundo”, confió.
Destacó que, pensado para los lectores jóvenes, Jacaranda propone versos cortos que “entran fácil porque no son pesados” en su lectura.
“Es un texto ligero y eso atrae a los jóvenes de hoy que no quieren nada que les estorbe, pues todo lo quieren ver y estos poemas son visuales y cortos. Aquí un poema es una foto, un chispazo para que los jóvenes se acerquen a leer, en un momento en que no se quiere leer poesía y acaso algún otro género”.
En suma, afirmó que en el libro es una “poesía visual” por la palabra y en ella se visualiza el árbol, haciendo que el lector joven se enfrente a estos versos.
Señaló que escribir para los lectores jóvenes –y trabajar de la mano de las universidades, públicas y privadas– responde a que “tiene que estar ahí”, entre este sector, porque “los creadores tienen algo que decir”.
“La poesía es importante. Más que nunca se debe de leer poesía, es un bidón de gasolina: prende. Si como autor sabes desmenuzarla o formarla, harás que el joven lector diga quiero leerlo o no me interesa. Hay que jugar con las palabras, pero decirlas bien, leerlas bien”.
Isis Samaniego destacó que su inclusión el ser publicada por el ITAM es “halagador” y tiene que ver con su forma de trabajo, en la que no “hace antesala ni habla con conocidos” para ser escuchada. Refirió que, como editor, Carlos Alejandro –poeta y escritor– le pidió un poemario, por lo que le fue enviado Jacaranda y en su primera lectura, fue aprobado y puesto a la disposición de los editores.
Para saber más de Jacaranda y de su distribución se puede escribir al correo electrónico [email protected].