La violencia familiar es una constante en Chilac, reconoció la presidente municipal, Marisela Martínez Rodríguez, quien lamentó que todavía exista mucha resistencia por parte de las víctimas para denunciar, lo cual complica que se pueda erradicar esa práctica.
Son alrededor de 20 casos por semana los que se reportan a la alcaldía, entre los cuales no solamente hay mujeres víctimas, también hay un elevado número de menores los que forman parte de las víctimas, ambos aspectos son preocupantes reconoció la presidente quien expuso que al ser una población pequeña casi todos se conoce y ello inhibe las denuncias.
Cuando una persona pide el apoyo de la Policía Municipal para que intervenga en un caso de violencia familiar, las personas que resultaron agredidas no quieren proceder penalmente no tanto por miedo al agresor sino por la vergüenza a que su problema vaya a ser conocido por la población.
Por ese motivo, Marisela Martínez Rodríguez, aseguró que su ayuntamiento aplica mecanismos discretos para abordar esos casos a fin de que las víctimas no se vean exhibidas ante la sociedad, pero todavía hay desconfianza hacia esos esfuerzos de la autoridad porque son pocas las mujeres que se deciden a proceder contra sus agresores.
En cuanto a los menores de edad, señaló que es un tema todavía más delicado puesto que los pequeños no tienen capacidad para decidir sobre una demanda, ante ello pidió a la población ser parte del cambio que se requiere en la materia y reportar cualquier caso de violencia o abusos de ese tipo.
La mayoría de la víctimas infantiles tienen entre 5 y 10 años de edad, casi siempre se trata de menores en los cuales la violencia familiar también afecta a la mujer, por lo tanto es un problema doble para los pequeños que requieren atención especial en varios aspectos porque son los más afectados de esos hechos.
Desde hace cuatro meses, aproximadamente, en Chilac se emprendió una campaña para prevenir y detectar la violencia contra los niños con el objetivo de que se disminuyan las estadísticas para brindar a los menores del municipio un ambiente familiar sano, expuso la presidente.
Martínez se declaró muy interesada en que las cifras disminuyan; sin embargo, reconoció que no ha sido fácil atacar esa problemática porque las personas aún tienen una presión social que les limita, por lo que el trabajo más difícil es quitar la idea de que se trata de un asunto vergonzoso.