Como parte del plan para combatir el robo de combustibles, el gobierno federal en conjunto con Petróleos Mexicanos (Pemex) anunciaron el pasado cinco de enero que se realizaría un cambio en la logística de entrega a las estaciones de servicio, lo que implicó el cierre de ductos para hacer llegar la gasolina en pipas, asegurando que estas son un medio de transporte más seguro para el combustible.
Esto ocasionó un retraso en el abasto de gasolina afectando mayormente a los estados de Hidalgo, Estado de México, Jalisco, Michoacán, Guanajuato y Querétaro.
De acuerdo con diferentes medios de comunicación, a Jalisco se le distribuyo menos del 10 por ciento del combustible que requiere con lo que se vieron afectadas 500 estaciones de la zona conurbada de la capital; en Guanajuato, 11 municipios de los más poblados se vieron afectados ya que solo le distribuyeron la tercera parte de la su demanda, de igual manera en Querétaro se registraron cierres parciales en la tercera parte de las gasolineras del estado.
En el caso del Estado de México se reportaron hasta dos días sin combustible, en Michoacán hubo cierres parciales en 320 estaciones de la entidad, mientras para el estado de Hidalgo solo había servicio de gasolina Premium.
Al respecto Pemex mediante un comunicado de prensa aseguró que el país no enfrenta desabasto, pues hay suficiente producto para cubrir la demanda, sin embargo aceptó que sí se han generado retrasos en la distribución.
También, afirmó que está avanzando en el restablecimiento del suministro del combustible por diferentes vías en los estados afectados, así mismo sostuvo que las acciones que se implementaron permitirán que el abastecimiento de los hidrocarburos se normalice lo más pronto posible.
Por su parte el presidente de la República mexicana Andrés Manuel López Obrador en su conferencia matutina de hoy reafirmó que hay gasolina suficiente por lo que el país no enfrenta un problema de desabasto de combustible. No obstante, indicó que garantizará que no habrá problemas mayores.