Jueves, marzo 28, 2024

Ayer como hoy el patriarcado subsiste pero también la lucha, dice María Fernanda Campa

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Tanto en los años 60 del siglo anterior cuando era joven como ahora, en éstos tiempos y “ya vieja”, la “discusión sobre la mujer es real: que el patriarcado subsiste” y con ello la discriminación, el abuso, la violencia y “la lucha, que es también una actitud”, confió la luchadora, activista, académica y geóloga, la primera en el país, María Fernanda Campa Uranga (22 de marzo de 1940).

Esta mujer, mejor conocida como “La Chata”, es la protagonista de María Fernanda Campa Uranga. Geología y revolución, un perfil biográfico elaborado por la historiadora de la UAP, Gloria Tirado Villegas, quien logró concretar el trabajo realizado a lo largo de más de una década basado en entrevistas y una múltiple investigación cruzada con información oficial, que aparece ahora en el marco de los 50 años del movimiento estudiantil de 1968.

Dicho volumen de reciente aparición fue presentado días atrás como parte del congreso Memoria y miradas sobre el 68, realizado y coordinado por la propia Gloria Tirado y otros académicos universitarios, bajo el sello del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades “Alfonso Vélez Pliego” de la UAP.

En él, se aborda la vida de María Fernanda Campa Uranga, quien nació y creció en una familia particular formada por la feminista, comunista y luchadora del voto femenino Consuelo Uranga y el líder ferrocarrilero Valentín Campa; a la par que compartió su vida con Raúl Álvarez Garín, también un férreo luchador social.

“Esta figura que ésta aquí es una mujer que fue hija de Consuelo y de Valentín, que fue la primera geóloga egresada del Instituto Politécnico Nacional (IPN), en donde estudió con muchos hombres, porque como Valentina, su hermana, vivió en un mundo masculinizado”, dijo Gloria Tirado.

En una entrevista, señaló que su investigación estuvo enfocada en armar la semblanza de esta mujer valiosa que desde 1956 se mantuvo activa en la lucha social, como lo fue la defensa de su padre durante las 11 veces que estuvo preso, al mismo tiempo que iba a ver a su esposo Raúl Álvarez, preso en 1968 en Tlatelolco.

Señaló que hace 14 años, como parte del proyecto Voces de mujeres del 68 en Puebla, se propuso entrevistar a algunas luchadoras sociales de la Ciudad de México incluida “La Chata”, intención que continuó con encuentros y entrevistas que, apenas en 2017, decantaron en un capítulo del libro Volver a los 17, también editado por la UAP.

“Su historia es la historia de una líder nata. No todos los líderes tienen hijos como ella, que desde joven tuvo una vocación siendo una líder muy activa en todos los años de la escuela vocacional hasta que fue geóloga e hizo su maestría y doctorado, para luego crear escuelas”, expuso la investigadora y académica universitaria.

Tirado Villegas expuso que la lucha de María Fernanda Campa “La Chata” comenzó desde 1956 y continua vigente, lo mismo aprendiendo de sus padres y su hermana, de sus primeros pasos de en la “prehistoria” del movimiento estudiantil en la Vocacional 1, en la manera en que al estudiar geología en el IPN se fue imponiendo para ser respetada, durante su vida de más de tres décadas al lado de Raúl Álvarez, con su “papel importante pero callado” en la edición de la revista “mensual de información análisis político Punto Crítico”, en su impulso en la fundación del Instituto de Investigaciones de Ciencias de la Tierra y hasta el presente, con participaciones críticas en torno a proyectos como el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México o su labor académica en la Universidad de la Ciudad de México.

Consideró que el rescatar esta “valiosa historia” y verla publicada en un libro “tiene una gran vigencia” porque es “un ejemplo de lo que pocas mujeres lograron en momentos de carreras masculinizadas”, en espacios académicos en los que incluso “no había ni baños para mujeres en la facultad” lo que significaba que el sector femenino era invisible.

En ese sentido, la también cronista señaló que lo vivido por Campa Uranga puede compararse con el presente, cuando en la UAP, en su campus de Tehuacán, un 77 por ciento de su matrícula son mujeres.

“Es un personaje en el que podemos ver la historia de mucha lucha y resistencia, que nos conecta con la actualidad, pues sigue vigente con su propuesta de un mundo mejor. Pese a que ya hay escuelas feminizadas, como pasa en la educación superior, la lucha de mujeres como ‘La Chata’ no termina porque adquiere variantes como los feminicidios. Así que de ella podemos aprender mucho”, mencionó.

Gloria Tirado concluyó que, si bien mujeres como María Fernanda Campa Uranga ya están visibilizadas, se “tienen que redoblar esfuerzos” pues personajes como ella reúnen un sinnúmero de aspectos importantes que hay que rescatar.

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