Entre 5.43 y 75 por ciento incrementaron durante el tercer trimestre del 2018 los homicidios dolosos y culposos, el secuestro, extorsión, violación, robo con violencia y de vehículo, en comparación con igual periodo de 2017, según datos del secretariado ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), recabados por el Instituto para la Gestión, Administración y Vinculación Municipal (Igavim), los cuales indican que hubo incrementos en las carpetas de investigación iniciadas de siete de 10 delitos medidos.
Cada vez que aparece una nueva medición sobre la inseguridad y la violencia que impera en la entidad, la coincidencia es la misma, independientemente del organismo o institición que lo presente y de los indicadores y referentes o bases de datos que se utilicen.
En efecto, la situación para Puebla en materia de seguridad puede calificarse como tétrica sin exageraciones. El incremento de la violencia de manera dramática ocurrió en el sexenio del hoy senador de la República, Rafael Moreno Valle Rosas, en el cual la incursión del crimen organizado en su variante de robo de hidrocarburos tuvo un auge que coloca al estado siempre en los primeros lugares nacionales en la perpetración de dicho ilícito.
De la mano al saqueo de ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) se agravaron y expandieroen en Puebla los feminicidios, las ejecuciones, los descuartizamientos, las violaciones y los delitos patrimoniales.
Urge que las nuevas autoridades municipales se pongan de acuerdo para una acción coordinada a fin de contener este auge, en lo que arriban los nuevos gobiernos estatal y federal.