Entre concesionarios encarcelados, persecución, falta de diálogo y ofrecimientos de dos juegos de placas de taxi por cada concesión de la ruta Galgos del Sur, Mayorazgo y Agua Azul, arranca la línea 2 del metrobús en la ciudad de Puebla.
El proyecto impulsado por el gobierno de Rafael Moreno Valle es uno de los más polémicos que ha emprendido su administración, por la opacidad en el manejo de los recursos y del proyecto en su conjunto.
Además persiste una deuda a socios de la línea 1 que asciende a más de 35 millones de pesos, lo cual –según los transportistas– confirma que la segunda troncal está confinada al fracaso.
Esto sin contar la persecución que emprendió la autoridad en contra de los concesionarios y la detención masiva de camiones que circulaban por la avenida 11 Norte–Sur, bajo argumentos ridículos, como tener un vidrio roto o adornos en exceso.
Incluso, a inicio de año, por la falta de recursos para la compra de diesel y otros insumos, solo siete de 88 camiones alimentadores de la línea 1 circularon en la ciudad de Puebla, así como seis de 22 troncales, de las cuales dos son articuladas.
Durante sesiones del Consejo Administrativo del Servicios Articulados de Puebla (Sapi), el organismo sostuvo que hay carencia de planeación de tiempos y movimientos que llevó el proyecto a la ruina.
En el Plan de Negocios, el gobierno morenovallista se comprometió a pagarles 12 mil pesos mensualmente a los 192 ex transportistas, pero desde hace año y medio que inició el metrobús no se les ha liquidado un solo mes.
“El metrobús fue un fracaso desde su concepción; no hubo planeación ni se rodearon de expertos y transportistas, el gobierno pensó que ‘echando a perder se aprende’”, acusó Juan Cervantes, integrante del Sapi.
“Hay incertidumbre, y lo que le advertimos a los transportistas que se verán afectados por la línea 2 es que se mantengan unidos, porque solo así podrán salir adelante”, recomendó.
Delfino Reyes Bocardo, uno de los concesionarios mayoritarios del derrotero 11 Norte–Sur, aseguró que la incertidumbre entre los transportistas incrementó con la aprobación de la reforma que impulsó la bancada del PAN a la Ley de Transporte, a través de la cual se rescate la línea 1 del “hoyo financiero” y operativo en el que se encuentra.
Señaló que la principal preocupación que generó la enmienda es la posibilidad que abrió de retirar concesiones por razón de utilidad pública, pues esa disposición podrá ser utilizada por las autoridades para excluirlos del proyecto de la Red Urbana de Transporte Articulado.
Desde entonces no ha habido una negociación entre el gobierno del estado y los transportistas que se verán afectados por la segunda troncal.
En 2013, el gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle Rosas, y el entonces titular del Banobras, Alfredo Maza del Mazo, anunciaron la construcción de las líneas 2 y 3 del metrobús en el estado, sin un proyecto claro.
La línea 1 cubre un derrotero de la junta auxiliar de Tlaxcalancingo, en San Andrés Cholula, a Chachapa, Amozoc. La segunda troncal se proyectó para el corredor 11 Norte–Sur, e incluso ya se anunció la tercera línea para la Avenida 16 de Septiembre y bulevar 5 de mayo.
Las troncales 2 y 3 tendrán un costo de mil 349 millones cada una, de los cuales Banobras aportó 279 millones de pesos a fondo perdido, aplazando la puesta en marcha de la segunda línea desde el pasado 14 de enero.