Ex trabajadoras de la Comisión de Derechos Humanos de Puebla acusan al ombudsman Adolfo López Badillo de haber violentado sus derechos recurriendo al acoso laboral, y señalan también al primer visitador Omar Sidhharta Martínez Báez de presuntamente acosar sexualmente a las empleadas.
A través de un comunicado que hicieron llegar a esta casa editorial, un grupo de 52 ex trabajadoras de la Comisión de Derechos Humanos de Puebla (CDH), el Centro de Desarrollo entre Mujeres A. C. y la Asociación de Mujeres a Favor de la Equidad México A. C. denunciaron que a través de la intimidación, del cansancio laboral y emocional y de agresiones verbales Adolfo López Badillo contradice su postura de defensa de equidad de género al ser el primero en pisotear sus garantías individuales.
“(…) se la pasa en reuniones nacionales e internacionales según fortaleciendo los derechos humanos, pero serán los que tenga en la cabeza, porque el lugar en donde se deben respetar y pregonar por el trato humano es la propia comisión de derechos humanos”, dice el documento.
Explican que desde que el presidente de la CDH ocupó el cargo ha hecho trabajar a las empleadas jornadas extenuantes y fuera del horario laboral. Aseguran que cuando está decidido a que una de las mujeres renuncie emplea una serie de acciones típicas del acoso laboral (mobbing), es así que empieza por no dirigir la palabra, inicia procedimientos administrativos en contra, evita que se presenten a actos, les retira cargas de trabajo, menosprecia el trabajo, las humilla por no realizar de forma correcta las tareas o les asigna guardias nocturnas hasta orillarlas a que abandonen su fuente de ingresos.
Además de tacharlo de misógino, le reclaman por no respetar el trato humano que debe ser prioridad en la Comisión de Derechos Humanos y por encubrir el acoso sexual que sufren las mujeres por parte del visitador Omar Sidhharta Martínez Báez, quien les pide favores sexuales “valiéndose del poder que le da López Badillo”. En este caso, dijeron que estas condiciones ocasionan “un clima laboral tenso, frío, estrés emocional, humillación, ansiedad, depresión por la desfachatez con lo que se conduce Martínez Báez”.
Detallaron que en este caso el comportamiento agresivo en contra de ellas se ha manifestado en agresión verbal, psicológico no deseado, con el propósito de atentar contra la dignidad o crear un entorno intimidatorio, hostil, humillante y ofensivo, situación que es indignante sobre todo si proviene de la institución que “tiene en sus manos la responsabilidad de la alerta de género”.
Algunas de las afectadas que firman el documento son Ali Susan Ángeles Flores, Alicia Alarcón Rincón, Ana Laura Cervantes Vera, Andrea Martínez Ávila, Antonia Silva Ruacho, Araceli Vargas Jiménez, Beatriz Gallardo Téllez, Carla García Hernández, Cenyace Torres Contreras, Clorinda Vázquez Martínez, Concepción Contreras Bretón, Cristina Vázquez Céspedes, Cynthia Hernández Peláez, Diana Gutiérrez Téllez, Diana Manzano Juárez, Domenica Contreras Tinoco, Elideth Bolaños Huerta, Elizabeth Sánchez Pérez y Elizabeth Teyssier Ramírez.
Margot Castro Vallina