El próximo año habrá una revisión del proceso de admisión a licenciatura de los estudiantes egresados de las preparatorias de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP), anunció Alfonso Esparza Ortiz, candidato a la rectoría.
El objetivo es fortalecer la vocación de cada alumno para que tenga solidez en la carrera que elige y evitar la deserción escolar en nivel profesional, que en el caso de la UAP, el también rector aseguró que alcanza un nivel de 30 por ciento.
Tras una gira proselitista ayer en la preparatoria “Lázaro Cárdenas del Río”, afirmó que se deben mejorar y ampliar los criterios de ingreso de los estudiantes a las licenciaturas, misma que se establecerá en el examen de admisión, de tal forma que pueda revelar las características y habilidades formativas de estos, y que sean acordes a su vocación profesional.
“La forma de ingreso será diferente y no dependerá nada más del examen de admisión, sino que realmente podamos hacer competencias. Por ejemplo, los que van a Medicina, que es una carrera muy demandada, que tengan la habilidad las aptitudes y la vocación para que realmente puedan ser médicos exitosos”, subrayó.
En ese sentido, dijo que en caso de ganar la rectoría su plan de gobierno universitario promoverá al mismo tiempo el sentido social y humanista de los estudiantes y que no sólo sea en tres horas que aproximadamente dura el examen de admisión donde se defina el futuro de los egresados del nivel medio superior.
“Debemos tener más elementos a nuestro alcance para que el ingreso pueda ser más favorable. No podemos aceptar a todos, eso es un hecho, pero habrá mejores condiciones”, expresó.
Afirmó que desde que los alumnos ingresen a las preparatorias de la UAP tendrán un acompañamiento que dará seguimiento a toda su formación académica, basado en tutorías, a fin de que pueda conocerse su perfil y desarrollo durante su estancia en la institución.
Para el también actual rector de la UAP, el nivel de deserción estudiantil en nivel licenciatura es de 30 por ciento; es decir, tres de cada 10 estudiantes de nivel profesional dejan sus estudios por no tener sólida la vocación de la carrera a la que se inscribieron.