Ante la falta o escasez de empleo, el trabajo informal está permeando significativamente, sobre todo en regiones urbanas. Se estima que en ciudades como Puebla alrededor de 60 por ciento de la Población Económicamente Activa labora bajo dicho esquema, indicó el investigador de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP), Juan Isaías Aguilar Huerta.
Entre los problemas que esto conlleva está la carencia de los trabajadores en seguridad social, ya que no cuentan con servicios médicos, crédito a la vivienda y derecho a pensión, así como de seguridad laboral, pues la mayoría trabaja sin contrato.
De acuerdo con datos aportados por especialistas con base en un estudio formal, se calcula que en 11 municipios de la zona metropolitana de Puebla hay alrededor de 488 mil personas insertas en la informalidad; entre otras localidades están: Puebla, Amozoc, Cuautlancingo, Coronango, Ocoyucan, San Pedro Cholula y San Andrés Cholula.
Las actividades que realizan las personas que están en el empleo informal son muy variadas, y van desde el comercio de productos ilegales, el autoempleo, hasta incluso el trabajo en actividades ilícitas.
“Muchas veces no se habla de eso, pero dentro del empleo informal también está la piratería, el contrabando, la venta de fayuca, la prostitución, el narcotráfico”, expuso Aguilar Huerta.
Por otro lado, están los comerciantes, los ambulantes, las trabajadoras domésticas, servicios de limpieza, en estas dos últimas actividades el grueso de la población informal son mujeres.
Asimismo, destacó que hay otra modalidad del empleo que también puede considerarse informal, como es el trabajo a través de los outsourcing; sin embargo, refirió que muchos de esos trabajadores son contratados sin las prestaciones sociales de lasque sí goza un trabajador formal.
El problema central, dijo, es que en Puebla “el sector industrial, las plantas, las empresas, instituciones, no está generando empleos, dejando fuera a la fuerza de trabajo que va incorporando anualmente”.
De manera que “el sector informal está absorbiendo a la fuerza trabajadora principalmente en las ciudades, y está dando cabida a 58 por ciento de la población económicamente activa”, precisó.
Por tanto, la informalidad, afirmó, “está vinculada a la tasa de desocupación (TD), que cada periodo se está incrementando”.
Que de acuerdo con la última Encuesta Nacional de Desocupación la TD en la entidad registra un incremento paulatino en los últimos tres meses, ubicándose en el mes de agosto en 4.26 por ciento.
Asimismo, destacó el doctor en Economía, que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) oculta que la tasa de desempleo es todavía mayor de lo que dicen las estadísticas, pues hay un porcentaje importante de subocupación que colocan en la categoría de gente que es económicamente activa.
“Por ejemplo, ponen a gente ocupada a personas que trabajan pocas horas a la semana, ese no puede llamarse empleo”, aseveró.