Miércoles, abril 24, 2024

Con alevosía, el gobierno de RMV puso la bandera de Francia en monumento a Zaragoza

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Si la oprobiosa iluminación con los colores de la bandera francesa sobre el monumento a Ignacio Zaragoza hubiera ocurrido en los sexenios de Mario Marín Torres o Melquiades Morales Flores se podría haber argumentado que se trató de un yerro, de un acto de frivolidad o de ignorancia. Sin embargo, con Rafael Moreno Valle Rosas hubo un actuar muy diferente: el gobierno del estado utilizó la coyuntura para lanzar –por enésima vez– el mensaje de que en Puebla se hace lo que ordena el gobernador por encima del sentido común, del respeto o la legalidad, así como de la defensa del patrimonio cultural o simplemente del sentido de la historia.

Con esa misma lógica ha actuado Moreno Valle en el tema de la pirámide de Cholula, en donde expertos nacionales e internacionales han advertido que las obras del gobierno del estado van a sepultar la posibilidad de seguir explorando el legado que en ese sitio dejaron las culturas olmeca, mexica y tolteca, y pese a ese llamado, el mandatario decidió seguir con los trabajos, introducir elementos arquitectónicos ajenos al paisaje cultural y demostrar que se hace lo que él ordena.

Otro ejemplo fue la destrucción de la Casa del Torno, un inmueble del siglo XVII, la cual fue derribada para seguir adelante con la obsesión de Rafael Moreno Valle Rosas de que en la ciudad de Puebla debe haber un teleférico.

En este caso se llegó al extremo de alterar la realidad para justificar la destrucción del inmueble, ya que el gobierno del estado cometió la desfachatez de asegurar que el edificio no estaba protegido, pese a que dicha casa tenía el registro mil 718 de los catálogos del patrimonio cultural que se levantaron en los años 1970 y 1990. Y que en el decreto de la zona monumental del Centro Histórico tenía el folio CNM 211140010185.

Por la presión nacional que hubo hacia el INAH y una serie de recursos legales –de manera tardía—se frenó la obra insensata del teleférico en el área del Centro Histórico, porque Moreno Valle nunca se atrevió a reconocer que se había destruido un inmueble con valor cultural y que ese proyecto violaba el ordenamiento local que obliga a que en una zona histórica se deben conservar las características y estilos arquitectónicos originales.

Bajo esa lógica autoritaria, desde el viernes salió la orden de Casa Puebla de que el monumento a Ignacio Zaragoza, ubicado en la calzada de los Fuertes, se cubriera con una iluminación de los colores de la bandera de Francia, pese a que dicho nicho se erigió para conmemorar la derrota del ejercito francés hace 153 años.

No hubo error, frivolidad o ignorancia de la historia en ese acto oprobioso.

En realidad hubo intención y alevosía del gobierno de Rafael Moreno Valle, para nuevamente ganar la atención de la opinión pública, para destacar frente a otras administraciones estatales y al mismo tiempo lanzar el mensaje de que al jefe del Poder Ejecutivo le importa un carajo la historia, la cultura, el arte y la legalidad.

Otro ejemplo de la anterior conducta es que se está en proceso de desmantelar los museos Bello y Casa de Alfeñique para alimentar al Museo Internacional Barroco, el cual no tiene ni arquitectura barroca ni obra de ese periodo artístico.

Pero como el gobernador es autócrata decidió tener su propio museo, sin importar que se destruya a otros museos que sí tienen arquitectura y obra propia.

El gobernador aprovechó la coyuntura de los atentados de París y de la dinámica mundial de iluminar edificios públicos para destacar y abusar, de manera simultanea, tal como le gusta.

Puebla tiene una larga lista de inmuebles que se prestan a esa posibilidad. Se podía iluminar el CIS de Angelópolis, la Catedral, el Palacio Municipal o los nuevos puentes viales, pero no un monumento en donde es un contrasentido juntar elementos franceses con la memoria del suceso heroico más importante de la historia de Puebla.

Es como si en una sinagoga –que es el templo judío—se coloca la esvástica, que es el signo de los nazis.

O una mezquita se ilumina con los colores de la bandera de Israel.

O que en una iglesia Católica se introduzca una imagen de Lucifer o de la Santa Muerte.

Aunque al final a nadie le debería sorprender esta actitud de Moreno Valle, porque queda claro que le gusta destacar en la escena nacional cometiendo abusos.

Por eso es el gobernador con más presos políticos.

Por eso es uno de los gobernadores que más odia a la prensa.

Por eso es el gobernador que menos respeto le tiene al patrimonio cultural.

Por eso es el único gobernador que le ha faltado el respeto a la memoria de Ignacio Zaragoza.

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