Elba Esther Gordillo debe "hacerse a un lado" en el control de la educación: AMLO

Ante unos 15 mil simpatizantes del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en el zócalo de San Pedro Cholula, el candidato de la coalición Movimiento Progresista a la presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador, adelantó que cuando asuma el cargo pedirá a la presidente nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo Morales, “hacerse a un lado” en el control y manejo de la política educativa del país.

Con ello, advirtió que de ganar las elecciones el próximo 1 de julio, acabará con los cacicazgos políticos y sindicales que durante muchos años han lucrado con la pobreza de los trabajadores y violan constantemente sus derechos.

“Los caciques están en etapa de extinción; vamos a terminar con el cacicazgo, porque necesitamos un cambio. Le vamos a pedir, concretamente y de la manera más respetuosa, a la señora Elba Esther Gordillo que se haga a un lado. Vamos a mejorar la calidad de la enseñanza y ser un verdadero pacto con padres, maestros y alumnos para ser un referente mundial”, sostuvo ante militantes del Partido de la Revolución Democrática, Movimiento Ciudadano y Partido del Trabajo.

Desde la plaza de la Concordia en San Pedro Cholula –respaldado por los candidatos a diputados federales y senadores de la coalición Movimiento Progresista–, Andrés Manuel López Obrador destacó que es momento de superar las prácticas del pasado que mantienen a México en los últimos lugares de la OCDE en materia educativa, por lo que presumió que el próximo titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP) será Juan Ramón de la Fuente, ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Refirió que De la Fuente sostendrá un proyecto para poder convertir a la educación en uno de los pilares más importantes en el desarrollo económico y social de la República a través de la cobertura universal en todos los niveles, el otorgamiento de becas a estudiantes de bachillerato y el fortalecimiento a las instituciones de educación superior, con la intención de ampliar la cobertura 100 por ciento.

“No va a quedar nadie sin la oportunidad de estudiar, de hacerlo en una escuela pública y de calidad. Vamos apoyar a las personas humildes, a la gente pobre, para que sus hijos no dejen de estudiar (...) La educación es la única oportunidad que tenemos para serenar a México, para salir del hoyo en el que estamos, de esta crisis de valores. Tenemos que darle importancia a la educación”, acotó López Obrador.

El candidato presidencial también fue acompañado por José Agustín Ortiz Pinchetti, coordinador nacional de campaña; el senador Alberto Anaya, y el líder local del Movimiento Ciudadano, José Juan Espinosa Torres, además del equipo de colaboradores del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

Sin autoritarismos

Al presentar su plataforma política y sus propuestas para elevar el desarrollo del país, advirtió que desde el primer día de su mandato –en caso de obtener el triunfo en las elecciones del 1 de julio– pugnará para bajar 50 por ciento el sueldo a los funcionarios de primer nivel, rechazar la privatización de Petróleos Mexicanos (Pemex), disminuir el costo de la gasolina y luz, así como incrementar el número de apoyos sociales en materia de educación, salud y para adultos mayores.

Asimismo, aseguró que no actuará de manera autoritaria, por lo que descartó imponer una dictadura en el país. “Vamos a respetar la libertad, queremos democracia, libertad de conciencia, religiosa. A nadie le conviene el régimen de injusticia en México. Sólo con justicia habrá seguridad y paz en el país”, señaló.

Ante ello, Andrés Manuel López Obrador prometió “serenar a México” y motivar un cambio en el actual sistema económico neoliberal, el cual registra 29 años de haberse instaurado en el país. En su lugar –precisó– se debe aplicar el gasto público “con justicia” y “equidad”, pues los recursos del erario dejarán de “estancarse” en los primeros círculos de gobierno para repartirse entre las personas más necesitadas.

Con ello, planteó una reducción en el gasto público y la erradicación de la corrupción en las esferas de gobierno, “de arriba hacia abajo”, lo cual representaría un ahorro en la administración federal de millones de pesos.

Durante su discurso el candidato presidencial de las izquierdas criticó la propuesta de sus adversarios en las elecciones para privatizar Petróleos Mexicanos, bajo el pretexto de incrementar la productividad y generar ganancias a corto plazo en la obtención de crudo.

“Cualquier mexicano con un poco de luz en la frente rechazaría la privatización de Pemex, porque el petróleo no es del gobierno, es de la nación. Votar por cualquiera de mis contrincantes, estos dos hombres y esta mujer, sería más de lo mismo, porque ninguno ofrece mejores oportunidades ni soluciones en materia energética”, acotó.

Somos más que

en 2006: AMLO

El tabasqueño resaltó en su alocución que más personas, en comparación con 2006, han tomado las calles, las plazas públicas y los centros sociales para apoyar el movimiento para la transformación del país, encabezado por él y un grupo de intelectuales y líderes sociales.

Ante ello pidió a las miles de personas que soportaron la brisa, el frío y las más de dos horas de pie “defender el voto en las casillas” para evitar que el fenómeno de hace seis años no se repita. “Tenemos que estar ahí, en las casillas, defendiendo nuestros votos, para evitar lo que nos pasó hace seis años. Tenemos que volver a ganar y estoy muy seguro de eso, porque ahora hay más personas que en ese entonces”, afirmó.

Incluso López Obrador justificó que desde hace varios meses militantes del PRI y del PAN se han incorporado a las filas del movimiento, luego de darse cuenta de que en sus partidos no les interesa satisfacer las necesidades del pueblo. “A todas esas personas que han tocado las puertas, bienvenidos. Este movimiento es de todos, muchos se están incorporando porque abrieron los ojos”.

En la recta final de su participación, que duró cerca de 50 minutos, López Obrador puntualizó que el país cuenta con los recursos económicos suficientes para impulsar el desarrollo de la población; sin embargo, éstos han sido mal administrados o desviados por los gobiernos anteriores y el actual, pues “la corrupción es una de las principales lacras que afectan a México”.

Refirió que el presupuesto con el que cuenta el gobierno federal para el presente ejercicio fiscal suma más de 3 billones 300 mil 700 pesos, cantidad suficiente para desarrollar políticas, programas y proyectos que puedan mejorar la calidad de vida de los mexicanos, aunque a las autoridades no les conviene que se conozca el monto de los recursos de los que disponen.

El aspirante destacó que ese presupuesto que ejerce la Federación es del pueblo, pues se conforma de la venta del petróleo y de los impuestos que pagan los mexicanos, por lo cual se comprometió a que en caso llegar a la presidencia de la República se convertirá en el guardián de estos recursos.

Finalmente, el candidato a la presidencia de la República convocó a todas las organizaciones sociales del país y a la ciudadanía en general a sumarse al movimiento que encabeza para cambiar el sistema corrupto que ha provocado la caída de México: “es necesario un cambio de régimen, sino no habrá posibilidad de un buen gobierno ni de empleo, justicia y seguridad”.