Los del “pacto de caballeros” están, ahora sí, seriamente preocupados por el pronunciado declive sobre el cual se desliza aceleradamente el futbol “profesional” mexicano. Por caballeros –eufemismo colosal– se debe entender dueños del balón. O más precisamente, quienes con sus cámaras, micrófonos y ondas hertzianas dominan el negocio. Ellos...