No, no vamos a hablar del mundo actual. Tampoco de las secuencias vividas en Manhattan luego del desplome de las Torres Gemelas. No, la teoría del caos, que de eso se trata, anda por otros rumbos, está incorporada al acervo científico y significa una revalorización... ¡del orden! En efecto, los fenómenos tenidos como caóticos por antonomasia, es decir, las turbulencias ocasionadas...