Volver a empezar

Teníamos la esperanza de ganar (o volver a ganar). Teníamos el deseo de que por primera vez en nuestro país algo parecido a la izquierda llegara al poder. Ya habíamos tenido una derecha nacionalista (con algunos toques socializantes en el periodo de Lázaro Cárdenas), tres sexenios de neoliberales que privatizaron casi todo y una derecha católica extranjerizante. La misma que mantuvo un increíble nivel macroeconómico, pero una pésima economía hacia el interior y una enajenación constante y descarada de los bienes nacionales. Hasta los estados neoliberales europeos y norteamericanos evitan que empresas extranjeras dominen el mercado de su país.

Pero recapitulemos. Dice Enrique San Francisco que cuando se hundía el Titanic, uno de los marineros expresó: “se hunde el barco; pedazo de película". Si queremos ver el lado positivo de esto es que hubo un resurgimiento de la actividad política de la llamada “sociedad civil” (Gramsci dixit), que los ciudadanos desaparecimos al PRD y nos montamos en la campaña y se las hicimos; que los jóvenes que parecían dormidos salieron a las calles y dieron la batalla; que visos de izquierda se descubrieron en lugares donde no se creía, que creamos mecanismos paralelos de información, que mucha gente dejó de creer en Televisa, que las redes sociales fueron nuestra fuente de información y esto, esto apenas empieza.

Ahora pide disculpas Ciro Gómez Leyva, dice que no estaba a 18 o 20 puntos Peña Nieto sobre su principal rival, pero todos los días nos recordaba que Andrés Manuel López Obrados perdía por una diferencia abismal. Todos los días sin fallar uno nos reiteraba su mentira, todos los días trataba de bajarnos el ánimo, de decirnos “ni siquiera lo han despeinado”. Lo único que tiene el periodista es su credibilidad y tú, Ciro, desde hace mucho no tienes nada.

Ahora, el líder de las llamadas izquierdas espera alargar el conflicto postelectoral, diciendo que hubo fraude y que él ganó. En la conferencia de prensa neceaba como lo ha hecho desde hace mucho. Creo que hubo irregularidades, mucha violencia y descarada compra de votos, pero perdimos, lo acepto. Ahora debemos prepararnos para que no se repita. ¿O volveremos a llorar?