Uno contra nueve

Con la ausencia del Sindicato 7 de Mayo se pusieron en marcha el pasado jueves las mesas de trabajo encaminadas a recabar propuestas para reformar la Ley Orgánica de Pensiones Civiles del Estado de Tlaxcala (PCET).

La ausencia en estas mesas del sindicato con mayor número de agremiados en la entidad tiene como argumento que se les han dado resolutivos de jubilaciones del año pasado.

Sin embargo, la experiencia a nivel nacional en cuanto a la reforma del sistema de pensiones del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) refleja que el gobierno con quien tiene que negociar de manera prioritaria no es con los burócratas, sino con la mafia que lleva como siglas SNTE.

Me explico por qué es prioritario para el gobierno negociar con el SNTE y no con el Sindicato 7 de Mayo. El magisterio es un sector en donde casi la totalidad de sus agremiados alcanza una jubilación o pensión, pero resulta que por la multiplicidad de prestaciones y los salarios que están muy por encima de los que se pagan a los burócratas, es necesario que las autoridades estatales tejan fino con el dirigente de la sección 55 del SNTE y con la presidente vitalicia del gremio, sólo por mera cortesía porque está demostrado que de números no sabe nada, para sacar adelante la reforma.

De ser así, de manera automática se sumarán –como ya se ha visto hasta el momento– los otros tres gremios del magisterio que son Justo Sierra, Mártires de 1910 y Alberto Juárez Blancas. Y como en el seno del Consejo Directivo de PCET son 10 integrantes (cinco representantes del gobierno y cinco gremios), la participación del Sindicato 7 de Mayo no resultará decisiva al momento de votar una eventual reforma.

Además, otra experiencia en este tema es que los sindicatos de burócratas siempre terminan por negociar con el gobierno cualquier cosa, ¿acaso no recuerdan “las conquistas” ganadas como los bonos, despensas y quinquenios, curiosamente en años previos a la celebración de elecciones?

Al final, lo único cierto es que el sistema de pensiones de Tlaxcala está quebrado y requiere de una cirugía integral para curarlo de la catástrofe y no precisamente de las predicciones de los mayas para este año.