Logo de La Jornada de Oriente
Cargando...

La pesadilla no ha terminado

Por: Guillermo Aragón Loranca

2012-10-23 04:00:00

Apenas 19 meses después de la mayor catástrofe atómica registrada hasta ahora en la central de Fukoshima, Japón, con bombo y platillo el comisario de la Energía Nuclear de la Unión Europea acaba de anunciar que se han hecho pruebas de resistencia a una muestra de los 134 reactores atómicos instalados en Europa, cuyos resultados indican que las normas de seguridad “son buenas, pero existe un importante margen de mejoras”, ante lo cual los ciudadanos europeos se preguntan si con una respuesta como esta pueden vivir tranquilos, y si se justifica mantener el funcionamiento de las centrales nucleares.

Apenas publicado el citado informe, ya se cuestiona no sólo su ambigüedad, sino la falsedad de sus conclusiones, ya que los investigadores independientes aliados a los movimientos antinucleares, han ido descubriendo las inconsistencias de esta simulación de pruebas; y la más importante es que se trata exclusivamente de pruebas teóricas realizadas en el papel y con base en los informes requeridos por las autoridades del control nuclear de los países europeos a las propias empresas. Es evidente que si uno pregunta a Tepco, a la General Electric o la Westinghouse, si sus reactores nucleares cumplen con las normas mínimas de seguridad, todas van a decir que sí. Esto es un ejemplo más de la absurda sinrazón del sistema neoliberal: las empresas son juez y parte de sí mismas; así ante los sobornos entregados a funcionarios de México, Wal-Mart, va a crear su propia contraloría interna para investigarse y vigilarse a sí misma; HSBC, ante el caso del lavado de dinero del narcotráfico, igual se va a investigar y se va a imponer a sí misma “normas más rígidas de seguridad”, y la sociedad está obligada a creer en su palabra, porque ya no existe un “poder estatal” que en nombre de la sociedad, las vigile y las sancione; por eso para el capitalismo el Estado no debe estorbar ni entrometerse en la economía.

Pero no sólo el informe de la Comisión Europea de Energía Nuclear carece de lógica y de consistencia, ya que además de ser una gran mentira, se desmorona ante la realidad de la catástrofe de Fukoshima, que acertadamente los especialistas calificaron como un “Chernóbil en cámara lenta”, pues a pesar del silencio de las autoridades niponas y de los organismo internacionales de la energía nuclear, se ha filtrado información de que las instalaciones que albergan al reactor 4 de Fukoshima, se están fracturando debido a hundimientos del terreno y pueden colapsar en cualquier momento, incluso con un terremoto de baja intensidad, liberando al medio ambiente los más de 37 millones de curios de radiación que producirían las mil 500 barras de combustible nuclear que tiene en proceso. Esto significaría una catástrofe nuclear sin precedente en la historia y afectaría no sólo al Japón sino a sus países vecinos más cercanos y a todo el planeta. Desde la injustificada bomba atómica sobre Hiroshima y Nagasaki, el desastre de Long Island en Estados Unidos, de Chernóbil en la ex URSS y ahora Fukoshima, la pesadilla de la destrucción atómica continúa. Y mientras tanto el presidente electo de México viaja por Europa, ofreciendo petróleo a cambio de espejitos y cuentas de vidrio…

Share
La Jornada
Nacional Michoacan
Aguascalientes Guerrero
San Luis Veracruz
Jalisco Morelos
Zacatecas  
Tematicas
Defraudados Izquierda
AMLO Precandidatos 2012
Servicios Generales
Publicidad
Contacto
© Derechos Reservados, 2013. Sierra Nevada Comunicaciones S.A. de C.V.