El IEM nuevamente como plataforma política

Estamos en tiempos electorales, ya con licencia en mano de muchos diputados a quienes está por terminárseles su puesto y al no quererse perder los beneficios que les brindan sus curules políticas, no pierden la oportunidad de solicitar licencia para ser precandidatos y/o candidatos para el cargo de presidentes municipales.

Llama nuevamente mi atención que en tiempos electorales y por segunda ocasión hay cambios en el Instituto Estatal de la Mujer (IEM); a menos de tres años de este gobierno, la inestabilidad de dicha institución ha sido permanente.

Esto me llevó a buscar en mis archivos un artículo que justamente en 2012 escribí por estas fechas, en el cual se hace un recuento de las directoras que han estado al frente del Instituto Estatal de la Mujer y que justamente resultaba muy lamentablemente que esta dependencia estaba siendo utilizada como trampolín político para la búsqueda de candidaturas federales o estatales; haciendo el recuento de las cuatro directoras que habían estado al frente de éste, tres de ellas buscaron y contendieron por una candidatura después o durante el periodo que han estado al frente del IEM.

Hace un mes aproximadamente en diversos medios de comunicación apareció una nota en el sentido de que quien fuese la titular del Instituto Estatal de la Mujer presentó su renuncia al cargo al cual se había comprometido cumplir durante lo que restaba del sexenio, bajo el argumento de que daría un giro en el ámbito de lo político, que buscará la posibilidad de ser la candidata a la presidencia municipal de Calpulalpan.

Es triste que el proceso del Instituto Estatal de la Mujer no logre consolidarse debido a la falta de una titular consciente, sensible y capacitada para sumar y estructurar un instituto que realmente rija la política pública de género en nuestro estado; una titular plenamente comprometida en cumplir y hacer avanzar los objetivos por los cuales se consolidó un Instituto de la Mujer, a pesar de todos los obstáculos estructurales y económicos a los que debe enfrentarse para su funcionamiento.

El Instituto Estatal de la Mujer continua siendo un trampolín que permite a quienes pasan por allí posicionarse o subir unos escalones más en la búsqueda de alguna candidatura.

Es lamentable que quienes han pasado por esta institución en nuestro estado se olviden de los años de lucha del movimiento feminista en México para que dentro de la estructura gubernamental y social se reconociera la igualdad de género; la búsqueda por hacer valer la igualdad jurídica, social y familiar que llevó a las mujeres promotoras de los derechos humanos a cabildear, realizar campañas y manifestarse públicamente para colocar la violencia de género como un problema público y igualdad de género en la agenda de las políticas públicas, exigiendo el reconocimiento de los derechos de las mujeres como derechos humanos, y que la violencia contra las mujeres y las niñas fuese considerada como una violación de los mismos.

Esta situación del juego por los puestos políticos en sus diversos niveles nos debe llevar a reflexionar como ciudadanos y ciudadanas, al análisis y a evaluar si las y los actuales candidatos realmente en su paso por tal o cual puesto como funcionario o servidor público han cambiado, propuesto o mejorado alguna situación que apremiaba, daña o frena los derechos humanos.

Por lo que considero importante que se desempolve el Reglamento Interno del Instituto Estatal de la Mujer, se retomen los objetivos que lo rigen, se retome el papel del patronato y, sobre todo, que se cree un apartado muy específico de este Reglamento que mencione el perfil, las funciones y compromisos de la directora del Instituto Estatal de la Mujer, en donde se establezca claramente el tiempo que deberá fungir como tal y que durante el periodo al cual se comprometió como titular de dicha dependencia, no podrá postularse como precandidata o candidata para algún puesto político.

También sigue siendo urgente que nuestras leyes electorales tengan cambios sustanciales, no sólo para mediar el número de spots de las campañas proselitistas que se deben trasmitir o censurar algún discurso político, o tratar de que no se haga fraude electoral, sino para que evalúen el actuar de aquellos funcionarios y funcionarias de los diversos ámbitos de gobierno que quieren postularse para otro cargo político; y se deberían modificar para prohibir a funcionarios y servidores públicos en función que abandonen sin preocupación alguna sus actuales encomiendas, y ante una posible derrota regresar sin pena alguna a continuar fungiendo como x o y funcionario público.

Estamos en un momento coyuntural para el estado de Tlaxcala, seamos conscientes, tomemos posturas claras como ciudadanos y ciudadanas, ejerzamos nuestro derecho al voto desde una verdadera crítica constructiva.