Imposible de olvidar

Cuando la mente guarda con detalle la permanencia de un recuerdo en la memoria cómo los el de aquellos sucesos que se dieron el 2 de octubre de 1968, cada vez que se cierran los ojos, brotan a la mente, obligando a apretar los dientes con sentimiento de rabia y coraje, e imaginar que la voluntad de un sujeto entronado como un ente totipotencial, sentado en la silla presidencial de un país encarcelado en un partido único, ordenara fríamente mandar asesinar a cientos de jóvenes estudiantes y personas que se reunían con ellos en el espacio llamado “Plaza de las Tres Culturas”, donde se expresaban ideas contrarias a las opiniones de la represión de su gobierno, que eran de protesta a la crueldad del autoritarismo de gobierno, un triste recuerdo dejado en quienes lo vivimos o lo sufrieron como testigos, al percatarse de la crueldad de quien impone la fuerza del estado contra la razón, el escaso valor que puede tener un sujeto entronado presidente o reyezuelo o monarca dominante, que se permite la capacidad de tomar decisiones despreciables contra el pueblo que mañosamente lo encumbró en el poder, así nació para el olvido la decisión de Gustavo Díaz Ordaz, un representante cumbre del priismo rampante toti–potencial, que olvidó que cualquier rasgo de revolución de masas que pudo haber tenido el movimiento social de 1910 para su partido, del que insolentemente se ufana haber tomado nombre y que cada presidente fue desomoronando después de Lázaro Cárdenas del Río, todos en busca del reacomodo de los poderes fácticos que fueron prevaleciendo en ese partido, progresando siempre en ambiciones hasta convertirse en una tesitura tal, que reprimir se tornó una constante, hábito y costumbre, que sigue estando presente en diversas formas, que son constante en la actitud de quienes tienen la oportunidad de ser dueños de decisiones imposibles de menguar; nadie debe protestar su actuación, la democracia prianal no es para eso; por el contrario, lo son para propiciar pobreza, ignorancia, deficiente salud, los adornos de la impunidad y el beneficio de los que ejercen por gracia de dios el poder político social, porque son los dueños de todo y de todos. 

El viernes 13 de octubre de 2012 ocurrió un importante suceso que pasará a la historia de nuestra entidad: el cabildo de la ciudad aprobó por mayoría de votos el que se le cambie el nombre al bulevar Gustavo Díaz Ordaz, nombre que estampado en las esquinas de las calles constituye un motivo de vergüenza a los poblanos, que a pesar de ser una rectificación obligada por concepto de ciudadanía, los prianales se opusieron, los priistas argumentando que primero se atiendan los baches, porque el cambio de nombre causará “enormes gastos” a los negocios que están situados en esa avenida al tener que modificar su papelería, los de Acción nacional porque se le pretende quitando el nombre a la avenida del “mejor presidente” que ha tenido México. 

Habrase visto motivaciones más tontas, intrascendentes e insostenibles que estas apreciaciones propias de quien no está enterado, y es incapaz de discriminar consecuencias y hechos sociales graves, afortunadamente no todos los pripánicos o prianales son iguales a Carlos Ibáñez Alcocer, nombre que con asco menciono para que pase al olvido como el de un panista que dijo, que los regidores se dejaron chantajear políticamente por la Comisión de Desarrollo Urbano que, con marrullería tramposa de izquierdistas pretende quitar el nombre de un ilustre poblano, por una fecha de revoltosos del 2 de octubre de 1968. Usted apreciará que esos son los derechistas que no deben participar en ningún gobierno, tontos, oscuros, iletrados, dogmáticos, cerrados, que a la par son tan solo prianales, que se han ganado a pulso se les identifique como pripánicos, afirmaron que es más importante cubrir los baches, que además son sempiterna herencia del PRI que todo lo hizo mal, porque los priistas del cabildo olvidan que su partido pavimentó pésimamente las calles, y dicen estar contra del cambio de nombre porque se trastoca la tranquilidad de los habitantes del bulevar, además de que la propuesta es un chantaje de un puñado de revoltosos del PRD. Pero no es todo: sorpréndase, mi estimado y único lector, la votación del cabildo permitió que los revoltosos ganarán la votación, además de que el presidente municipal se mantuvo serio y al inicio de la discusión afirmó que la condición democrática en que vive su gobierno hoy, va más allá de colores partidistas y posiciones ideológicas, que el gobierno municipal y su cabildo tienen la oportunidad de reivindicar actos, personas e historia y lo cumplió, lo que será para la historia de la entidad un hecho imposible de olvidar.