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La colitis ulcerosa

Por: Rafael H. Pagán Santini

2012-03-08 04:00:00

El signo distintivo de la colitis ulcerosa es la diarrea con sangre. La presencia de moco en el contenido fecal dependerá de la inflamación activa en la mucosa rectal y en el resto del colon. El comienzo de la colitis ulcerosa es típicamente gradual, después de remisiones espontaneas y recaídas subsecuentes. El proceso activo, cuando incluye el recto, se identifica como proctitis. Paradójicamente, la proctitis se presenta con urgencia fecal y presencia de sangre fresca pero puede presentarse con constipación esporádica.

El aparato digestivo forma un sistema donde participan un conjunto de órganos (la boca, la faringe, el esófago, el estómago, el intestino delgado y el intestino grueso). Todos de una forma u otra participan en el proceso digestivo, es decir la transformación de los alimentos para que puedan ser absorbidos y utilizados por las células del organismo. Junto a este sistema también trabajan glándulas accesorias (glándulas salivares, hígado y páncreas), que ayudan en la transformación de los alimentos en sustancias simples y fácilmente utilizables por el organismo.

Una travesía por el sistema digestivo comienza por la boca, donde los dientes trituran los alimentos y las secreciones de las glándulas salivales humedecen e inician la descomposición química de los alimentos, especialmente los azúcares y parcialmente las grasas. Una vez se han mesclado los alimentos, triturados y humedecidos, se forma un bolo alimenticio, el cual cruza la faringe y a través del esófago para llegar al estómago. Por medio de los movimientos musculares que estos órganos mantienen mientras pasan los alimentos, el bolo digestivo se va mezclando con algunas enzimas digestivas elaboradas en las glándulas salivares. Al llegar al estómago, una bolsa muscular de litro y medio de capacidad, se agrega el potente jugo gástrico. El bolo digestivo ahora se llama quimo, las proteínas comienzan a dividirse en péptidos y el ácido clorhídrico las desdobla.

La verdadera digestión química comienza en el intestino delgado, unos seis metros de largo y muy replegado sobre sí mismo. Inmediatamente después del estómago, en su primera porción, la que se denomina duodeno, recibe secreciones de las glándulas intestinales, la bilis y los jugos del páncreas. Además de neutralizar la acidez proveniente del estómago, estas secreciones contienen una gran cantidad de enzimas que degradan los alimentos y los transforman en sustancias solubles simples.

En el intestino delgado comienzan los procesos de absorción de los alimentos; todos menos las grasas pasan directamente al hígado. El tubo intestinal está repleto de vellosidades que amplían la superficie de absorción. Anatómicamente el intestino delgado se puede dividir en varias porciones: el duodeno que mide unos 25–30 cm de longitud; una parte próxima o yeyuno y una distal oíleo.

El intestino grueso es la penúltima porción del tubo digestivo, formada en su primera parte lo que se denomina el ciego, para continuar con el colon, el recto y el canal anal. Es un tubo muscular de aproximadamente un metro y medio de largo. En él se absorbe agua y nutrientes minerales, además, sirve como área de almacenamiento de las heces. Tras el ciego, el intestino grueso es denominado colon ascendente, con una longitud de 15 cm, para dar origen a la tercera porción que es el colon transverso con una longitud media de 50 cm, originándose una cuarta porción que es el colon descendente con 10 cm de longitud. Por último se diferencia el colon en el sigmoideo, el recto y el ano. El recto es la parte terminal del tubo digestivo. Desde la boca hasta el ano, el tubo digestivo puede medir unos 11 metros de longitud.

La colitis ulcerosa es la forma más común de enfermedad inflamatoria del intestino. Es una enfermedad, propiamente dicho, de la mucosa, lo que la hace menos propensa a complicaciones y mucho más fácil de tratar.  Se asocia comúnmente con el estilo de vida occidental, vinculada al consumo excesivo de grasa y azúcar, el fumar cigarrillo, uso de medicamentos y un fuerte componente de estrés social por presiones socio–económico. De todos estos factores, fumar cigarrillo probablemente es un factor de riesgo de mayor fuerza vinculante a la colitis ulcerosa.

En la patogénesis están implicados directamente  los colonocitos, células del colon. Esta inflamación no se extiende hacia el intestino delgado y su epitelio se presenta anormalmente difuso, independientemente de la inflamación. Algunas fuentes la citan como una enfermedad autoinmune, esto quiere decir que está originada por anticuerpos producidos por el propio organismo, reaccionando en su contra, y por consiguiente, dañándolo. Esta enfermedad se caracteriza por niveles elevados de anticuerpos IgG contra antígenos epiteliales del colon. Su causa específica no está bien descrita, puede ser desencadenada por factores ambientales como algunos casos que se desarrollan posteriores a una infección intestinal. Entre las consecuencias más graves están el sangrado crónico y la propensión a desarrollar cáncer. El diagnóstico es a través de endoscopía, y su tratamiento final es la extirpación de la úlcera. 

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