El presidente, el esclavo y eso que uno necesita

Bueno: los Golden Globes dijeron que Argo fue el mejor drama fílmico de 2012, mientras que como musical o comedia lo fue Los miserables. La primera ya se vio en Puebla, pero a ésta la seguimos esperando, porque los miserables son los distribuidores. Por lo pronto, ambas fueron también notadas por el Oscar, con siete y ocho nominaciones respectivamente. Argo, a película, guión adaptado, actor de reparto (Alan Arkin), edición, edición de sonido, mezcla de sonido y música original; Los miserables, a película, actor estelar (Hugh Jackman), actriz de reparto (Anne Hathaway), diseño de producción, canción original, mezcla de sonido, diseño de vestuario y maquillaje. Ojalá que este drama –basado en la novela de Victor Hugo y presentado como musical– nos llegue pronto, antes de la entrega de la estatuilla, para valorar sus alcances y posibilidades frente a ella. Noten por favor que Oscar no nominó a mejor director a quienes hicieron Argo(Ben Affleck) y Los miserables(Tom Hooper). Affleck en cambio obtuvo el Globe en esa categoría; muestra de que la prensa extranjera en Hollywood –que otorga los Globes– y Hollywood como industria –papá del Oscar– no siempre ni necesariamente están de acuerdo.

Por lo pronto, esta semana sí que estrenan entre nosotros Lincoln, de Steven Spielberg, y Django desencadenado, del todavía enfant terrible Quentin Tarantino. Ambas fueron ya reconocidas con el Globe: Lincoln con ese a mejor actor estelar en un drama (Daniel Day Lewis), y Django desencadenado a mejores guión y actor de reparto (Christoph Waltz). Ahora hay que esperar lo que suceda con ellas frente al Oscar, del que respectivamente recibieron 12 y cinco nominaciones. Ubiquemos a cada una brevemente. Lincoln transcurre en 1865 y básicamente tiene que ver con una encrucijada de conciencia del presidente norteamericano: o que la guerra civil llegue pronto a su fin para evitar más muertes, o que se extienda un poco más a fin de que el Congreso haga ley su iniciativa de abolir la esclavitud. Así pues, no es una biografía del célebre Abe, sino la revisión de una etapa álgida, contaminada, de su mandato. Y debe decirse, los críticos están enloquecidos con ella. Por su parte, Django desencadenado está ubicada en el sur unos años antes, previos a la guerra civil. Trata de la compra de un esclavo –Django (Jamie Foxx)– quien una vez libre irá al rescate de su esposa (Kerry Washington), retenida por un cruel terrateniente (Leonardo DiCaprio). Y sí, también la crítica se ha enamorado de esta cinta, a la que muchos no dudan en calificar como quizá la mejor de su director hasta la fecha. Está inspirada en otro film: Django, spaghetti western de 1966 dirigido por Sergio Corbucci, en el que Franco Nero encarna el rol titular. No resulta pues extraño que Tarantino haya invitado a Nero para un cameo en su película. En la escena en la que aparece –en un bar– Jamie Foxx, como Django, le deletrea su nombre, aclarándole que “la D es muda”. Lo que Nero le responde es: “ya lo sé...”(!). Entonces, Lincoln y Django desencadenado; habrá que verlas ambas.

Finalmente, quisiera advertir sobre una película más en cartelera: Todo lo que necesitas es amor, de la danesa Susanne Bier, a quien debemos, entre otras, las destacadas Después de la boda y En un mundo mejor. Vale la pena, con actuaciones extraordinarias de Pierce Brosnan (la mejor que le he visto) y Trine Dyrholm. En la cinta él es un viudo peleado con el mundo; y ella, una mujer que enfrenta un proceso de cáncer y la infidelidad de su esposo. Ambos se encuentran y conocen en Italia, en la inminente boda de sus hijos; un entorno esperanzado y dulce en el que sin embargo ocurren cosas amargas y hasta dolorosas. Pero la vida suele ser así, con el péndulo oscilando entre ambos polos; o al menos eso es lo que puede concluirse delfilm de Susanne Bier. Si aún puede, véala.