A correr unos, a esperar los otros

Si usted ya vio Los miserables, Amor, El vuelo, Los juegos del destinoy Mamá, me temo que se le acabaron las opciones fílmicas “adultas”(?) más destacadas, porque lo restante son más bien películas familiares: Oz el poderoso, Jack el cazagigantesy alguna más. Sin embargo, estrenó Golpe y fuga(Hit and run) de David Palmer y Dax Shepard, que venturosamente es bastante más de lo que cabría esperar de una road picture de persecuciones. Está tratada como una comedia de acción y tiene que ver con una pareja, Annie (Kristen Bell) y Charly (Dax Shepard), que viven plácidamente en un pueblo pequeño y aislado. Charly pertenece al Programa Federal de Protección de Testigos, lo que le implica –para su seguridad– mantener un perfil bajo y no moverse del lugar de residencia. Pero Annie recibe una oferta de trabajo (el trabajo de sus sueños) con sede en Los Angeles, que es justo el sitio más peligroso para Charly por su pasado. Sin embargo, para no perderla y para no truncar los deseos de Annie, el tipo decide acompañarla. Sólo que un segundo acto intenso siempre requiere de un buen “pero”; y en este caso, ese pero es el hecho de que varias personas quieren impedir que Charly se les pierda en L.A. Entre ellos, el U.S. Marshall a cargo de su seguridad como testigo protegido; el exnovio de Annie, que lo considera una suerte de asesino serial; y muy especialmente, los asaltabancos contra los que Charly testificó en su momento.

Todo lo anterior da lugar, hay que decirlo, a una película irreverente, muy graciosa y divertida, muy fast–forward –digamos– que transcurre entre personajes insólitos, autos veloces y un entorno general de absurdos, que no obstante cuadran y se corresponden para que el argumento encuentre hábiles giros y salidas. Como un plus, Tom Arnold y Bradley Cooper están hilarantes en la película; Arnold como eseMarshall protector siempre con el santo de espaldas (además con un secretito en el corazón), y Cooper como el exconvicto líder de los asaltabancos, también defensor de perros y testimonio vivo de las coincidencias entre lo que sucede en una cárcel y lo que sucede en una prisión (me entenderán esto cuando vean la película). Golpe y fuga vale la pena; no tengo duda de que va a ser una de las grandes sorpresas de este semestre cinematográfico en Puebla.

En cuanto a lo que hay más allá de la exhibición comercial, siempre se agradece lo que uno puede ver en la Muestra Internacional de Cine, ahora en su edición 54. Son 21 películas, de: México (2), Argentina, EU, Polonia, Colombia, Francia (3), España, Uruguay, Austria (3), Corea del Sur, Dinamarca, Alemania, Hungría, Portugal, Italia y Japón, de directores como Michael Haneke, Leos Carax, Manoel de Oliveira, Benito Zambrano, Thomas Vinterberg, Shion Sono y los Taviani, entre otros. Las cintas mexicanas son: Macario (1959), de Roberto Gavaldón, yLos mejores temas (2012), de Nicolás Pereda. De lo visto en esta Muestra, quiero referirme a la cinta uruguaya (coproducida con México) La demora, de Rodrigo Plá, ganadora del Premio del Jurado Ecuménico en el Festival Internacional de Berlín. Austera y rigurosa como es, también se trata de una película muy triste. Básicamente tiene que ver con las decisiones equívocas a las que puede orillarte la pobreza; esas que ya no parten de la razón sino de la desesperación. La historia tiene que ver con María (Roxana Blanco), madre sola que con su precario trabajo de costurera debe mantener no sólo a sus tres hijos, sino también a su padre anciano y enfermo. Los gastos aumentan, a diferencia de sus ingresos. Así, entre el cansancio, la frustración y la desesperación, María toma una mala decisión (aunque con buenas intenciones) que la enfrentará a su conciencia. La demora es seca, dolorosa, difícil; y es también algo así como un recordatorio, para que no derive en posibilidad. Ojalá encuentre exhibición más amplia.