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El gran capital quiere la privatización total de las economías

Por: Arturo Huerta González

2012-06-12 04:00:00

Carlos Slim, al participar en un foro de Naciones Unidas el 11 de junio, en Ginebra, planteó que las naciones con alta deuda pública y déficit elevados, deben vender los activos públicos, subir impuestos, reducir el gasto y elevar la edad de jubilación hasta los 70 años, a fin de que puedan sanear sus cuentas. Señaló que la venta de autopistas, de aeropuertos, de los sectores energéticos permitirá que la inversión privada dinamice las economías.

Tal postura concuerda con lo que el Fondo Monetario Internacional, como el Banco Central Europeo, el G 20, y tres candidatos a la presidencia de la República de México (me refiero al candidato del PRI, a la del Partido Acción Nacional y al del Panal) han venido planteando; de que para salir de los problemas existentes, y para poder crecer, hay que trabajar con disciplina fiscal (para lo cual se tiene que restringir el gasto público, como aumentar impuestos, y vender empresas públicas), como con reformas estructurales, que no es más que impulsar el proceso de privatización y extranjerización de las economías.

Ninguna de estas instituciones, partidos y personeros analizan el porque se ha caído en esto. No analizan el porque de los problemas de alta deuda del sector público y privado, del porque del déficit público y del déficit del sector externo, que ha terminado con problemas de insolvencia, y de crisis bancaria y de las economías. Lo que a ellos les interesa es que se pague la deuda con activos públicos, como con mayor contracción salarial, y menores prestaciones laborales, a fin de que se favorezca al capital, y la cúpula empresarial se apropie de los activos y sectores estratégicos de mayor rentabilidad de las economías.

Todos ellos defienden las políticas de libre mercado. El libre movimiento de mercancías y capitales, así como las políticas macroeconómicas de estabilidad, es decir, políticas monetarias restrictivas, disciplina fiscal y estabilidad del tipo de cambio, bajo el supuesto de que la estabilidad es condición para el crecimiento. Y como el crecimiento no se da, a pesar de tales políticas, señalan que lo que falta son las reformas estructurales para así impulsar la inversión privada, y el crecimiento de las economías. Tema que estará muy presente en la reunión del G 20 en Los Cabos el 18 y 19 de este mes.

Si la gran mayoría de las economías tiene déficit de  comercio exterior, y las empresas y familias han caído en altos niveles de deuda, que han llevado al déficit fiscal, y a la mayor deuda pública, es debido a que han sido perdedoras en el proceso de apertura comercial y financiera, dada su baja productividad, y competitividad, derivada de trabajar con monedas apreciadas a favor del capital financiero. Al ver mermadas su competitividad, su dinámica de acumulación, y en consecuencia el ingreso de empresas e individuos, se invierte y consume menos, y caen en mayor deuda, y el gobierno recauda menos impuestos, y de ahí sus déficit fiscales, y su mayor deuda. Ésta no es porque los gobiernos hayan gastado mas, sino porque pasaron a recaudar menos, y han tenido que entrar al rescate de los bancos que han caído en insolvencia, ante los problemas de cobro, lo que aumenta más el déficit público y el monto de la deuda pública.

De tal forma, la política económica predominante, que todos ellos defienden, es la causante de los problemas de sobreendeudamiento de empresas, individuos y gobiernos. El gran capital financiero pasa a estar feliz de tal situación, pues como acreedor, les exige a los deudores que les paguen con la venta de activos, de empresas, e instrumentando políticas de austeridad, aumentando impuestos y disminuyendo salarios y prestaciones laborales, para generar ahorros forzosos para que se cubran dichos pagos. Ello está llevando a reducir más el tamaño y participación de los gobiernos en la actividad económica, y a aumentar la participación de la cúpula empresarial en las economías. Cabe recordar que el señor Slim es el hombre más rico de México y del mundo, gracias a la política de disciplina fiscal instrumentada por el gobierno de Salinas de Gortari, que tuvo que vender Telmex, y otras empresas públicas para con ello pagar deuda pública y así reducir las presiones que ello ejercía sobre las finanzas públicas. De ahí que el señor Slim, como el resto del gran capital están porque los gobiernos con problemas vendan todos sus activos y empresas para seguirse enriqueciendo y creciendo a costa de que los gobiernos se achiquen y dejen de satisfacer las demandas de la población. El hecho que el sector privado adquiera los activos y empresas públicas, no se traduce en mayor crecimiento, como lo dice el G 20 y el señor Slim. Ello es un simple cambio patrimonial. El sector privado pasa a invertir, donde el gobierno deja de hacerlo. Lo que era del sector público, pasa a ser del sector privado, con las consecuencias de mayores precios de los bienes y servicios ‘públicos’, y mayor polarización de la concentración de la riqueza, y mayor miseria y número de excluidos, que se traduce en mayor descontento, y violencia. 

 

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