Es ampliamente sabido que a nivel global vivimos en una profunda crisis ambiental, expresada en diferentes fenómenos como la pérdida de biodiversidad, la deforestación o el cambio climático, entre muchos otros. En México, la destrucción de los ecosistemas se ha intensificado dramáticamente con los últimos gobiernos de corte neoliberal, que han creado legislaciones a modo para facilitar la inversión del capital privado, causante principal del deterioro de ríos, lagos, lagunas, costas, mares, bosques y selvas.
Frente a la profunda crisis ecológica que caracteriza a nuestro país, el Proyecto de Nación 2018-2024 que encabeza el candidato por la “Coalición Juntos Haremos Historia”, Andrés Manuel López Obrador, contiene un eje ambiental de avanzada para empezar a enderezar el rumbo, el cual debe ser transversal a los diferentes componentes de las políticas públicas del país, por lo que la conservación de la naturaleza constituye un principio básico para garantizar la soberanía alimentaria y la soberanía nacional en su conjunto.
En el Proyecto de Nación se reconoce que la devastación ambiental tiene un profundo impacto en la salud comunitaria, en la crisis energética y profundiza las condiciones de marginación y vulnerabilidad de los sectores sociales que sufren de manera directa los efectos del deterioro. Se parte de la experiencia creciente de muchas organizaciones y comunidades de base que han emprendido múltiples proyectos orientados hacia la sustentabilidad y la conservación, protección y defensa de los “recursos naturales”.
En el ámbito de la producción agrícola, propone recuperar prácticas productivas ancestrales y transitar hacia un modelo agroecológico que promueva una relación respetuosa con la tierra, sin agotarla ni degradar los agroecosistemas. También incorpora la planeación socioambiental del territorio como un instrumento de política pública, que implicará la implementación del ordenamiento territorial participativo para identificar qué tipo de proyectos son viables social, cultural y ambientalmente en una región determinada. Ello permitirá blindar los territorios rurales y urbanos de proyectos o megaproyectos que no tengan viabilidad socioambiental y que solo provocarían deterioro ecológico.
Es de suma importancia señalar que también reconoce que la minería a cielo abierto agrede los territorios y vulnera los derechos de las comunidades rurales que se encuentran asentados en los espacios concesionados por los gobiernos neoliberales, particularmente de Calderón y Peña Nieto, que han entregado descaradamente las tierras de los campesinos al capital trasnacional. En virtud de ello, el Proyecto de Nación que encabeza AMLO propone revertir no solo los proyectos mineros sino todos aquellos que atenten contra los derechos de los pueblos y comunidades.
También plantea el necesario aumento del presupuesto del sector ambiental, fomentar las ecotecnias para el manejo de los recursos naturales, implementar una estrategia nacional de comercio justo para comercializar los productos locales de bajo impacto ambiental, crear un Plan Nacional de Manejo Integral de Residuos Sólidos, así como la recuperación de los ecosistemas degradados en zonas rurales y urbanas a través de un inédito Plan Nacional de Restauración Ambiental, orientado a revertir la devastación socioambiental que tristemente caracteriza hoy día a muchas regiones del país.
En el orden jurídico propone reconocer en la legislación los derechos de la naturaleza, así como el reconocimiento de los sistemas normativos y los conocimientos tradicionales en las políticas ambientales, particularmente en las de conservación. También establece que será necesario llevar al orden legal la prohibición de la explotación de hidrocarburos y minerales en Áreas Naturales Protegidas, contrario a lo que promueven el PRI, el PVEM, el PAN y el PRD a través de la Ley de Biodiversidad que han tratado de imponer en los últimos meses.
Para ejecutar la estrategia ambiental de su gobierno, AMLO ha designado a Josefa González Ortiz Mena, quien cuenta con una sólida experiencia en conservación de los ecosistemas en el sureste del país. Como Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales enfrentará el gran reto de velar por la conservación de la naturaleza, así como de iniciar un proceso amplio y participativo para revertir progresivamente la devastación socioambiental de numerosas regiones del país. Las presiones de los capitales nacionales y extranjeros serán muchas, pero sin duda estará a la altura de las circunstancias para asumir el compromiso que le ha encomendado el dirigente del cuarto proceso de transformación nacional que ya ha iniciado después de la Independencia, la Reforma y la Revolución mexicana.
Milton Gabriel Hernández García
Doctor en Desarrollo Rural por la UAM-X