A cinco años de que inició la operación de los arcos de seguridad que, colocados en puntos estratégicos, contribuirían a disminuir los índices delictivos, la realidad dista mucho de lo que prometió el entonces gobernador de Puebla Rafael Moreno Valle Rosas.
Fue a finales de 2013, cuando Óscar Naranjo, ex jefe de la Policía Nacional de Colombia, recomendó al mandatario poblano la colocación de dichas estructuras en la entidad. Fue así que se construyeron los de Palmar de Bravo, Huejotzingo, Altepexi, Cuapiaxtla, Atlixco e Izúcar de Matamoros, todos con una inversión en conjunto de 721 millones de pesos.
En teoría, dichos inmuebles cuentan con RFID (Radio Frequency IDentification, por sus siglas en inglés) para identificación de vehículos que se encuentran en la base de datos del Repuve, pueden identificar matrículas y con un sistema de escaneo mediante rayos x.
La Jornada de Oriente contactó con el área de Prensa de la secretaría de Seguridad Pública en el estado, a fin de que proporcionara los resultados obtenidos mediante el funcionamiento de los arcos, pero no hubo respuesta; además de que en su primer informe de labores, el gobernador José Antonio Gali no reveló cifras en este sentido.
Armas y unidades robadas, lo que más se decomisa en los arcos; huachicol, lo menos
En un recuento hemerográfico se pudo constatar que los resultados, comparados con el gasto para estos inmuebles, no están en concordancia, toda vez que han sido mínimos.
En febrero de 2015, mediante un dispositivo de Protección Ciudadana en el arco de seguridad de Huejotzingo, fue detenido un hombre que viajaba a bordo de una camioneta en la que trasportaba, sin licencia, una escopeta calibre 16.
En marzo, abril y junio cinco sujetos fueron detenidos por conducir, por separado dos autos, dos camionetas y un tractocamión cargado con verduras.
Como resultado de una revisión, en dicho inmueble, en el tercer mes mil 800 gallinas de desecho, provenientes de Guanajuato, que no contaban con documentación sanitaria de respaldo que garantizara su salud, fueron confiscadas.
En el arco de seguridad de Palmar de Bravo, en febrero del mismo año fueron detenidos tres hombres, uno de ellos por conducir un automóvil con reporte de robo, mientras que el resto por transportar 11 paquetes de marihuana.
En abril de 2016, en el arco de seguridad de Altepexi otros tres sujetos fueron detenidos por portar sin licencia un arma de fuego con cartuchos útiles y una pistola de diábolos.
Durante diciembre, en el mismo sitio fue detenido un varón que viajaba a bordo de una camioneta reportada como robada, en cual llevaba contenedores con residuos de combustible.
Mientras que en noviembre de ese año, en el arco de Palmar de Bravo fue detenido un hombre originario de Epatlán, que contaba con una orden de aprehensión.
Asimismo, en 2017, en el Arco de Seguridad de Altepexi fueron detenidos tres masculinos a bordo de una camioneta Chevrolet en la que trasladaban seis contenedores con hidrocarburo robado.
En estos casos llama la atención que las notas periodísticas no dan cuenta de que se haya hecho uso de los dispositivos tecnológicos con los que supuestamente están equipados estos inmuebles, toda vez que las detenciones y aseguramientos con consecuencia de inspecciones físicas que realizan los policías y no de escaneo de los vehículos.
Asimismo, pese a que la existencia de arcos, el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) da cuenta que en 2017 se cometieron mil 506 robos en carreteras poblanas, uno de los delitos que se debería estar inhibiendo con la operación de estas estructuras.
Arcos de seguridad son innecesarios, afirma Julián Peña
A casi un año de que denunciará la ineficiencia de los arcos de seguridad, el diputado local Julián Peña Hidalgo denunció que prevalece la misma problemática en los seis colocados en la entidad.
En entrevista con este medio, denunció que el punto de acuerdo que presentó en mayo de 2017, para exhortar a las secretarías de Seguridad Pública y de Infraestructura a que revisen el funcionamiento de los mismos y las condiciones en las que se encuentran.
Acusó que en el de Izúcar de Matamoros, construido con inversión superior a los 95 millones de pesos, cada fin de semana arriban policías estatales que revisan los automóviles de manera manual.
“No hay un criterio para determinar qué vehículos son revisados y qué vehículos no. Siguen las mismas condiciones y como este, la mayoría de los demás está en la misma situación. No sabemos si la tecnología que se iba a implementar esté funcionando, si dé resultados”.
Por estas deficiencias y porque no se observan efectos positivos claros, consideró que los arcos de seguridad existentes son innecesarios, tal como los cuatro nuevos que planea construir el actual gobierno estatal.
Equipo de espionaje RMV, más eficiente que arcos de seguridad: Karam
En entrevista con La Jornada de Oriente, Adolfo Karam Beltrán, ex secretario de Seguridad Pública, indicó que si el equipo de espionaje que el ex gobernador Rafael Moreno Valle Rosas usó para intervenir llamadas de sus opositores hubiera sido usado para combatir la criminalidad, habría dado mejores resultados que los arcos de seguridad que se construyeron en su sexenio.
Abundó que más que invertir en este tipo de infraestructura se debe contratar más personal para seguridad pública y capacitar a los cuerpos policiacos existentes, o bien destinar recursos para acciones de verdadera inteligencia.
“No como en el sexenio de Moreno Valle, que se dedicó a espiarnos a todos los que estábamos en partidos contrarios o en equipos contarios. Si esos equipos de espionaje se usarán contra la delincuencia sería un factor importante para empezar a abatir los altísimos índices que tenemos en Puebla”.
Karam Beltrán indicó que hay alternativas más baratas y efectivas para el combate a los delitos, como los camiones que ya usa la Policía Federal, habilitados con rayos gamma y que despliegan un arco por el cual pasan los automotores para ser escaneados.
ASE debe revisar inversión en arcos de seguridad
La Auditoría Superior del Estado debe revisar la correcta aplicación de los recursos en los arcos de seguridad, consideró Gerardo Rodríguez Sánchez Lara, profesor del Departamento de Relaciones Internacionales y Ciencia Política de la UDLAP.
Indicó que estás instalaciones son instalaciones que se requieren en el estado para controlar los principales puntos de acceso al estado, el problema es que son evadidas por las rutas que carecen de vigilancia.
“Logras un objetivo, que es desviarlos de algunas vías, pero el chiste es que si sabes que si se desvían por otras rutas, utilizar la inteligencia y el estado de fuerza para replegar a la delincuencia. El problema es el déficit del estado de fuerza”, opinó.