El estado tiene la capacidad de resolver problemas de salud mental, por lo que no es necesario un hospital psiquiátrico, ya que mensualmente alrededor de 12 pacientes son canalizados al de Puebla, Rafael Serrano “El Batán”, aseveró Óscar Acosta, coordinador de Salud Mental y Prevención de Adicciones de la Secretaría de Salud (Sesa).
Explicó que hay cerca de 180 unidades de atención primaria y módulos para detectar trastornos de neurodesarrollo, hiperactividad, depresión, ansiedad, abuso en consumo de alcohol, tabaco y otras drogas, y trastornos alimenticios en jóvenes y adultos; mientras que en adultos mayores, se identifican problemas de deterioro cognitivo.
En caso de descubrir que algún problema crece, el paciente es enviado a algún módulo hospitalario o a un Centro Integral de Atención a la Salud Mental (Cisma), dijo.
Pero –subrayó- con base en la Ley de Salud Mental no es necesario asilar a una persona si no reúne los criterios, además, la familia tiene que aprender a convivir con ella. “Por una cuestión de derechos humanos merece estar en su hogar”.
Expuso que si el paciente presentara un cuadro agudo, la Secretaría de Salud lo puede recibir para contenerlo; esto es en casos de trastorno bipolar, episodios maníacos graves, cuadros sicóticos o de intoxicación por alcohol.
Precisó que desde el año pasado se ofrece este tipo de servicio en el área de urgencias, pero cuando se requiere de uno a tres meses para la contención de alguno de esos problemas, existe un convenio con el hospital psiquiátrico de Puebla “Rafael Serrano”, conocido como “El Batán”, para remitir a la persona afectada a esa institución.
Además la familia del enfermo recibe capacitación, para atenderlo cuando regrese a su hogar, a fin de que en su espacio propio restablezca su plan de vida, pues –añadió- “no es como en otras épocas, en las se le aislaba y se le aislaba para ya no volverlo a ver, ahora la responsabilidad es de toda la sociedad”.
En promedio –puntualizó- son canalizados mensualmente 12 pacientes a “El Batán”, sin embargo, en hospitales de Sesa en Tlaxcala son atendidas alrededor de 25 personas en salas de urgencia, no solo por algún cuadro grave, sino por intento de suicidio o por violencia sexual, “es – dijo- un promedio alto pero tenemos capacidad de resolverlo”.
Asimismo, Óscar Acosta abundó que de las más de 60 mil consultas en salud mental, 60 por ciento corresponde a población femenina y el porcentaje restante a jóvenes de 15 a 25 años de edad.
Según la última Encuesta Nacional de Psiquiatría, aproximadamente10 por ciento de la población del estado de Tlaxcala alguna vez de su vida va a padecer un episodio depresivo, el cual se debe en ocasiones a la falta de herramientas que tiene para enfrentar alguna situación complicada, anotó.
Por ello recomendó acercarse a los centros de salud urbanos y a los hospitales, los cuales tienen un módulo de salud mental, así como un psicólogo clínico, un trabajador social y un médico encargado de atender estos padecimientos.
Acosta mencionó que se cuenta con cuatro unidades de especialidad de atención a las adicciones, sobre todo para jóvenes, y dos Centros Integrales de Atención a la Salud Mental, con servicios de psicología, adicciones, psiquiatría y para tratar casos de violencia.
“Estos centros son para toda la población tlaxcalteca, además, en la Secretaría de Salud hay grupos de reeducación a la violencia en adolescentes que enfrentan procesos de rechazo, como en el noviazgo, o problemas emocionales”.
El funcionario citó que la finalidad es la de enseñar a este grupo de la sociedad a convivir y a no manifestar celos a través de agresiones, con alguna forma de control en la relación de pareja o mediante el abuso en el consumo de alcohol.