Viernes, marzo 29, 2024

EL DAÑO CAUSADO POR LA FGE

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La Fiscalía General del Estado (FGE) admitió que los cuatro pobladores detenidos en la comunidad de San Gabriel Ometoxtla fueron liberados tras ser confundidos con los autores materiales del linchamiento del taxista Justo Ricardo “N”, el domingo pasado, cuando estaban ingiriendo bebidas alcohólicas.

Por desgracia esta nueva pifia de la dependencia que encabeza desde hace siete años Víctor Antonio Carrancá Bourguet no sorprende, pero tampoco deja de causar enojo y repulsión. En efecto, no se puede esperar menos de una institución que falseó investigaciones sobre el asesinato del niño José Alberto Tehuatlíe Tamayo durante la represión al pueblo de San Bernardino Chalchihuapan el 9 de julio de 2014 o que tiene en la cárcel desde hace más de dos años al joven  José María Sosa, acusándolo de ser el feminicida de Paulina Camargo, sin que exista cuerpo de delito.

No sobra decir también cuántas veces la Fiscalía General del Estado actuó políticamente, como cuando sugirió responsabilidad del candidato del PRI a la alcaldía, Enrique Agüera Ibáñez del asesinato del ex rector de la UAP, Samuel Malpica Uribe o cuando detuvo a los asesinos del edil de Huitzilan de Serdán por presiones de Antorcha Campesina.

La FGE al mando de Carrancá es un organismo negligente y corrupto, que en el sexenio pasado solo sirvió como instrumento de represión para hacer presos políticos de críticos, opositores o simples disidentes de Rafael Moreno Valle Rosas.

¿Cuántos chivos expiatorios habrá fabricado la FGE y cuántos peligrosos criminales habrá dejado en la calle? Baste recordar el caso de un hombre conocido como “El Gallero” que mandó a levantar, torturar, asesinar y desintegrar a varias personas y hoy se encuentra libre.

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