A dos semanas de que Héctor Sánchez Sánchez llegó a la presidencia del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), ha empezado a demostrar que su arribo no solamente fue un cambio de la cabeza del Poder Judicial, sino que habrá una limpia, un desmantelamiento, de la estructura administrativa que impuso su antecesor Roberto Flores Toledano. Por esa razón, ayer rodó la cabeza del director de Recursos Humanos del TSJ y todo apunta que, en los próximos días, ocurrirá lo mismo con la titular del área del Servicio Médico Forense (Semefo).
Roberto Flores Toledano, el anterior presidente del TSJ, fue un personaje acorde a los excesos del morenovallismo. No era de Puebla y sustituyó con personajes foráneos a los directores de las áreas neurálgicas del Poder Judicial, lo cual llevó a que los nuevos funcionarios se destacaran por su prepotencia, ineficacia y desconocimiento de los problemas de los tribunales, lo cuales entraron en una crisis de falta de personal, de insumos básico y hasta de energía eléctrica o agua corriente.
El primer cese cayó sobre Ernesto Gabriel Genis Diez, quien era el director de Recursos Humanos del TSJ. Es un hombre oriundo de Toluca, estado de México, que llegó a Puebla solamente por tener amistad con Roberto Flores Toledano y fue corresponsable de la falta de personal en todas las áreas del Poder Judicial.
Los abusos cometidos en la gestión de Flores Toledano se pusieron ayer en evidencia, por una visita que realizó por sorpresa Héctor Sánchez a las instalaciones del Semefo.
El recién nombrado presidente del Poder Judicial se topó con la lúgubre realidad del Servicio Médico Forense que apestaba a una profunda descomposición, no solo por la acumulación de cadáveres, sino por la negligencia y abusos que ahí se cometen a diario y que no se pueden borrar con esparcir cloro de última hora, tal como se hizo este martes en la visita no avisada a dicho lugar.
Sánchez Sánchez se encontró que en el Semefo había más de 100 cadáveres en refrigeradores, planchas y el piso, lo que causaba un olor a putrefacción insoportable.
Ello es reflejo de que no se siguen las normas mínimas para resolver las necropsias con prontitud. Así como para canalizar los cuerpos no reclamados a la fosa común. Y que no se respetan las reglas sanitarias y de procedimientos.
El resultado de la inspección ya puso a la titular del Semefo, Elia Cristina Montiel, con un pie fuera de la dirección que ocupa. En el TSJ se comenta que en los próximos días será removida.
Durante los últimos tres años abundaron las quejas sobre las condiciones del Semefo en diferentes partes del estado. Sobre todo en los municipios en donde hay altas temperaturas. Pero nadie oía los reclamos de las carencias y mala conducción en las salas a donde se llevan los cuerpos de las personas que mueren fuera de los hospitales.