La difusión de una grabación en el cual se escucha al presidente estatal del PRI y aspirante a candidato a gobernador, Jorge Estefan Chidiac, supuestamente exhibiendo que ha tenido comunicación y acuerdos con la cúpula morenovallista –que le habría permitido obtener los permisos para instalar una gasolinera en un lugar estratégico–, ha provocado que las miradas de varios políticos volteen a la figura de Eduardo Vázquez Rossainz, como un probable operador que pudo estar atrás del espionaje que permitió obtener el audio en cuestión y que fuera filtrado a un medio de comunicación.
Entre varios actores políticos de primer nivel hay dos certezas. Primera: el espionaje político será un elemento estratégico en el actual proceso electoral local, el cual será el más reñidos de los últimos años y donde el juego sucio será la constante –o mejor dicho ya lo es–, como una manera de buscar descarrilar a candidatos y fuerzas políticas de todos los bandos.
Segunda: un protagonista de ese espionaje se cree que pudiera ser Eduardo Vázquez Rossainz, en consultor privado en la materia y que ha pasado por varios cargos públicos que le habrían permitido acumular valiosa información política.
Se dice, que en las altas esferas de gobierno y de partidos político, ya se tendría identificado a Vázquez Rossainz como parte de un grupo que posee importante información obtenida por medio del espionaje y que está lista para ser usada en la coyuntura de la contienda por Casa Puebla y la presidencia de la República.
Lo que aún se ignora es para qué intereses político-electorales estaría operando este personaje, quien es CEO de SACI, una empresa consultora en servicios de seguridad.
Eduardo Vázquez Rossainz se sabe manejar con un bajo perfil, aparentando que su interés en los temas de espionaje y seguridad nacional se reducen a labores académicas y la venta de servicios en la materia.
Sin embargo, este hombre estuvo a la cabeza del C4 del gobierno del estado de Puebla y del Centro de Emergencias y Respuesta Inmediata, durante las gestiones de Blanca Alcalá Ruiz y Eduardo Rivera Pérez, cuando fueron ediles de la capital poblana.
Testimonios de personas que habrían trabajado cerca de él indican que, su trabajo no se reducía a encabezar los órganos que controlan las comunicaciones de los cuerpos de auxilio y seguridad pública, sino varias veces se le habría visto probar equipos que supuestamente sirven para hacer intervenciones telefónicas o realizar escuchas de conversaciones a larga distancia. Eso es lo que se dice de él en radio pasillo.
Y que varias veces lo habrían escuchado decir que ya tenía mucho material acumulado de esa labor de “inteligencia”.
Por eso las vistas de muchos actores políticas están sobre Eduardo Vázquez Rossainz, quien está casado con Mónica Barrientos, ex dirigente del PRI y actual rectora de la Universidad Politécnica Metropolitana de Puebla.