El gobernador Antonio Gali Fayad logró sentar a la mesa a Martha Érika Alonso Hidalgo y Eduardo Rivera Pérez, representantes de los dos grupos antagónicos del PAN poblano, como parte de las negociaciones que buscan ceder a la primera la candidatura al gobierno de Puebla en la elección de este año y al segundo la postulación a la presidencia municipal de la capital.
El gobernador Antonio Gali Fayad sentó a la mesa a Martha Érika Alonso Hidalgo y Eduardo Rivera Pérez, representantes de los dos grupos antagónicos del PAN poblano, como parte de las negociaciones que buscan ceder a la primera la candidatura al gobierno de Puebla en la elección de este año y al segundo la postulación a la presidencia municipal de la capital.
El encuentro se llevó a cabo la mañana de ayer, pocas horas después de que el ex alcalde Rivera confirmó que se mantendrá en Acción Nacional y el Congreso del estado, bajo el control del grupo al que pertenecen Alonso y Gali, se desistió de una queja que dificultaba el juicio iniciado por Rivera contra la decisión legislativa de inhabilitarlo por 12 años.
Aunque el ex munícipe agradeció a Gali y Alonso el acercamiento, porque “encontramos la oportunidad de construir”, se negó a declinar de manera abierta a favor de la segunda.
Integrantes de Acción Nacional explicaron que Rivera se rehúsa a bajarse de la contienda por el Poder Ejecutivo local, debido a que no tiene confianza en que el ex gobernador Rafael Moreno Valle Rosas, esposo de Martha Érika y principal promotor de la candidatura de la misma, cumpla la propuesta de postularlo por la alcaldía de Puebla.
“La suma de voluntades nos fortalece”: Alonso
La reunión se llevó a cabo en el restaurante del hotel Lastra, que se localiza a escasos metros de Casa Puebla, residencia oficial del mandatario local. Gali hizo público el encuentro, al difundir dos fotografías del mismo en su cuenta de twitter.
En una de las imágenes se observa al gobernador, a Martha Érika Alonso y a Eduardo Rivera de pie, posando ante la cámara; en otra, los tres se encuentran sentados en la mesa. En ambas, Gali se ubica entre los dos aspirantes, como si se tratara de un réferi.
Alonso, quien hizo pública su renuncia a la secretaria general del PAN poblano el 5 de enero pasado para presionar su postulación al gobierno estatal –según versiones periodísticas–, expresó en la misma red social: “ha sido una reunión muy productiva (…) estoy convencida que la suma de voluntades y la unidad nos fortalece”.
Retiro de policías estatales, el origen de la disputa
Eduardo Rivera ocupó la presidencia municipal de la capital entre 2011 y 2014, periodo en el que inició la confrontación con Moreno Valle y el grupo político que este último encabeza.
En una visita que realizó a la Universidad Iberoamericana a finales del año pasado, Rivera explicó que el bloqueo en su contra inició cuando el esposo de Alonso hizo uso sus facultades de gobernador para retirarle a elementos de la policía estatal adscritos al municipio, conflicto que requirió la intermediación de la Secretaría de Gobernación federal para resolverse.
El ex alcalde alertó que la inhabilitación por 12 años que le aprobó el Congreso en abril de 2017 por su cuenta pública 2013 respondió a una represalia política más de Moreno Valle, con la que intenta impedir su participación en el proceso electoral de este año.
El aspirante a Casa Puebla interpuso un juicio de amparo que sigue en proceso, en el que acusa que la sanción legislativa en su contra –que incluyen una multa de 25.5 millones de pesos– carece de sustento jurídico. En junio de 2017, el Juzgado Tercero de Distrito en Materia de Amparo Civil ordenó retirar el nombre del ex edil de la lista de servidores públicos sancionados mientras se resuelve de fondo el litigio.
No hay motivo para alagar el proceso: Carlos Martínez
Horas después de concluida la reunión entre Alonso, Gali y Rivera, el presidente del Congreso, Carlos Martínez Amador, explicó que él decidió retirar una queja presentada por el área jurídica del Poder Legislativo que pospuso hasta finales de este mes una audiencia dentro del juicio de amparo de Rivera.
Dijo que tomó la determinación porque “no hay un motivo específico para alargar todavía el proceso”, no obstante, descartó que el desistimiento responda a una negociación política, porque el litigio continuará y serán los tribunales los que determinen si las sanciones impuestas son legales.
El anterior presidente del Congreso, Jorge Aguilar Chedraui, se negó a fijar una postura sobre la actuación de su sucesor, al señalar que dejó de tener responsabilidad sobre las áreas técnicas y administrativas del Poder Legislativo desde el 11 de enero anterior.