El próximo jueves, por la tarde, han sido citados los aspirantes priistas a ser el candidato a la gubernatura para que lleven su lista de “peticiones” y se haga la negociación final que decida, por lo menos, quiénes serán los abanderados a la titularidad del Poder Ejecutivo y a alcalde de la ciudad de Puebla.
Hasta ayer por la noche, la tendencia que había era que Juan Carlos Lastiri Quirós podría obtener la candidatura a la gubernatura y Enrique Doger Guerrero a la alcaldía de Puebla.
Se sabe que Doger no ha aceptado ese esquema de reparto de candidaturas y por medio de Jorge Estefan Chidiac, el presidente estatal del PRI, ha desplegado un último esfuerzo de tocar puertas en Los Pinos, en el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI y en las oficinas del virtual abanderado presidencial del tricolor, José Antonio Meade Kuribreña, para exponer un análisis numérico que lo pone como la mejor opción priista para competir por la gubernatura y evitar que los votos de Puebla, que tiene el quinto padrón electoral más importante del país, en su mayoría se queden en manos del PAN o de Morena.
Sin embargo la decisión que este jueves pudiera asumir el CEN priista no pasa por el simple estudio de la situación político–electoral del estado, sino por la negociación que el ex gobernador Rafael Moreno Valle Rosas está intentando pactar con José Antonio Meade Kuribreña, mediante un complejo esquema en el cual se buscaría garantizar el triunfo, al mismo tiempo, del PRI en la elección de presidente de la República y de la panista Martha Erika Alonso Hidalgo, en la gubernatura.
A partir de ese escenario, desde ahora se pueden adelantar algunas definiciones:
Si el jueves se decide que la postulación será a favor de Juan Carlos Lastiri, entonces será una señal inequívoca de que Moreno Valle logró imponer su esquema de negociación y pactó con Meade ayudar, desde el PRI, al posible triunfo de su esposa, Martha Erika Alonso.
Pero si la unción es a favor de Enrique Doger, parecería que Meade no acabó de creer en los ofrecimientos de Moreno Valle y decidió que el PRI salga a pelear los votos, la gubernatura y en general todas las posiciones que estarán en juego en este año electoral.
Doger está buscando defender su posible postulación con el amago de renunciar el PRI, aunque pocos le creen que pudiera llegar a ese extremo, pues es un político que le gusta amenazar pero nunca concreta sus advertencias. Es un personaje temeroso a enfrentarse a la dirigencia priista y quedar al margen de esta fuerza política.
El factor de la inconformidad de Doger provocó que la reunión del CEN priista se pasara de este martes al próximo jueves, y la convocatoria oficial para elegir al abanderado se pospusiera hasta el sábado.
En la reunión del jueves se buscará que cada aspirante lleva su lista de “peticiones”, es decir su lista de candidaturas –a diputados, senadores y presidentes municipales– que pedirían a cambio de sumarse al abanderado que proponga Meade, por medio del CEN priista.
Mientras se dan los forcejeos, se sabe que Juan Carlos Lastiri ha seguido con la organización de un acto masivo de respaldo a sus aspiraciones, el cual se tiene programado para el próximo domingo en el barrio de Analco.
Los operadores políticos del subsecretario de la Sedatu han dispuesto de un presupuesto que, oscilaría entre los 8 y 10 millones de pesos, para movilizar a miles de priistas de todo el estado para dar muestra de fuerza y supuesta cohesión de las corrientes internas del PRI.
Aunque el día importante será el jueves. Ese día se sabrá si en el PRI poblano hay ruptura, sometimiento al PAN o deseos de reconquistar el poder político.