La Ley de Seguridad Interior que faculta a elementos del Ejército Mexicano intervenir en tareas de seguridad pública, “no está tan mal”, lo inconveniente será la interpretación que le den y una actuación inadecuada, aseveró Pedro Carmona Zamora, delegado estatal de la Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos (Conatram).
“El trabajo que hacen los militares me parece perfecto, pero hay que recordar que sin que lo autorizara el Congreso de la Unión, ya desde cuando los tenemos en las calles”, indicó.
En su opinión, es una pena que la autoridad que está encargada de cuidar la soberanía de la nación, “ahora tenga que andar también en las carreteras, entonces para qué queremos a los uniformados, llámense estatales, federales o municipales”.
Por eso –enfatizó- es mejor que el Ejército se encargue de la seguridad. En este caso la Ley de Seguridad Interior “no está tan mal, aquí lo malo va a ser la actuación y la interpretación que le den, porque según les van a permitir (a los soldados) que se suban a mi carro o se metan a mi casa”.
Sin embargo, refirió que la Constitución es clara y establece que ninguna persona puede ser molestada en su domicilio ni en sus propiedades, mientras no exista una orden de la autoridad competente, como un juez.
“Desde hace años los policías han cometido abusos con los transportistas, se suben a los camiones, sin acreditarse, solo porque portan un uniforme, pero también yo puedo traer un letrero que diga que soy abogado y en realidad no lo soy, pero cuando vaya a declarar me pedirán mi cédula”, expresó.
Abundó: “Hay policías buenos y otros que son malos, que siembran drogas o lo que quieran, chantajean y piden dinero. Ahí está la delincuencia principal, porque amagan con ponernos a disposición del Ministerio Público sino se les dan 50 mil o 100 mil pesos y dicen que el carro se va al corralón”.
Comentó que “al final de cuentas esos elementos no hacen nada, porque no saben ni fundamentar una puesta a disposición, carecen de capacidad y de autoridad”.
Molesto, anotó que en Tlaxcala “tenemos a la famosa Gendarmería en el punto carretero de la Y Griega, que no sabemos para qué, lo que sí sabemos es que se han de llevar buenos sueldos. Hay un jeep que detiene a transportistas, les pide papeles y amenaza, y eso es pura delincuencia, apadrinan a los demás malhechores”.
En su opinión, existe el riesgo de que los militares asuman la misma actitud, pues se han dado a conocer casos, “uno de ellos es el de un general que en el estado de Sonora comandaba a varios sicarios o era uno de los principales”.
Carmona Zamora comparó la situación en la que los elementos de las fuerzas castrenses se encuentran a partir de este nuevo marco jurídico, pues “los militares son las manzanas buenas metidas en la caja de las podridas”.
Mientras –subrayó el dirigente de la Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos- anden ahí, en ese ambiente, se van a contaminar “y ya lo vemos en algunas partes ya, como que le quieren pellizcar”.