Un trabajo arduo que inició desde 1996, que consiste en investigaciones y lecturas, permite al escritor Efrén Minero establecer diversas hipótesis sobre el personaje de Hernán Cortés y su relación con los tlaxcaltecas y los mexicas, mismas que plasmará en un libro que prepara y que espera sea publicado en 2019 en el marco de los 500 años del arribo de los conquistadores españoles a Tlaxcala.
Una de las aportaciones de este documento será romper el paradigma de héroe que la historia le ha otorgado a Hernán Cortés, porque “él no era así, la realidad es otra, encuentras claroscuros en los personajes”. Por el contrario, el autor de Los síntomas del ermitaño considera que el ibérico fue el primer tratante de blancas de México, por la forma como comerció, negoció y maltrató a las mujeres de su época.
No se trata de un libro de historia, advierte en entrevista con La Jornada de Oriente, obviamente, “yo no soy historiador ni académico, sino es una forma de interpretar el encuentro que se dio entre Hernán Cortés y los tlaxcaltecas y los mexicas, y una serie de hipótesis que estoy planteado ahí, que son desde mi punto de vista, es algo que yo estoy proponiendo”.
El ensayo, cuyo título tentativo será Hernán Cortés, los tlaxcaltecas y los mexicas, está basado en investigaciones y lecturas que el escritor ha realizado desde hace mucho tiempo, “he leído muchísimo al respecto. Empecé a escribirlo hace cuatro o cinco años, pero la lectura es de toda mi vida. Desde la primera vez, cuando era niño y vi el mural de (Desiderio Hernández) Xochitiotzin, en Palacio de Gobierno, donde está Tlahuicole”.
“Y luego vi la parte del mural donde están los cuatro senadores, como les decían, con Hernán Cortés y Pedro de Alvarado, desde ahí me nació un gusto por la historia y especialmente por la de Tlaxcala, y entonces me puse a leer todo lo que podía y sigo leyendo todo lo que se refiera a Tlaxcala”.
A partir de estas lecturas, Efrén Minero considera que ya puede hacer su interpretación sobre lo que pasó en ese periodo histórico y sobre Hernán Cortés, quien desde su perspectiva fue el creador de la trata de blancas en el país (en este punto, refiere que ya también el escritor Willebaldo Herrera publicó un texto con una hipótesis similar, la cual ha causado mucha polémica).
“Él (Hernán Cortés) fue el primero que comerció, negoció, maltrató a las mujeres en México, y ahí viene el origen de todo eso, nada más que (Willebaldo Herrera) lo publicó ahora y yo lo sigo pensando. Esa es una de las hipótesis que estoy manejando, pero hay varias más al respecto”.
Otra forma de ver simbólicamente y también de facto que planteará en el libro es sobre qué sucedió realmente cuando llegan los españoles, cuando llega un personaje como Hernán Cortés, “entonces otra de mis hipótesis es comparar a Hernán Cortés con otros personajes con los que tiene una relación fundamental, por ejemplo, el Che Guevara”. Este vínculo, observa, se puede establecer “cuando no tienes prejuicios o tratas de no tenerlos y lees de todo, entonces encuentras similitudes entre varios personajes, situaciones y todo eso”.
El también docente en el Centro de Bachillerato Tecnológico, Industrial y de Servicios (CBTIS) de Tetla de la Solidaridad califica como un punto importante simbólicamente el momento en que Hernán Cortés sube a una pirámide y voltea y ve lo que está pasando, para lo cual también tiene una hipótesis.
“Pudo haber cambiado la historia cuando Hernán Cortés lo derriban en Tenochtitlan y están a punto de matarlo, pero no lo hacen porque un soldado español y un tlaxcalteca lo salvan y los matan a ellos, nada más que el nombre que se mantiene (en la historia) es el del español”, señala.
“Un cambio tan importante que da Hernán Cortés, porque si lees sus Cartas de Relación y todo lo que él decía, todos los indígenas tienen nombre, pero una vez que termina la conquista dejan de tener nombre y se convierten en indios. Hay un cambio, pero qué provoca ese cambio, por eso el libro se llama Hernán Cortés, los tlaxcaltecas y los mexicas, y luego un nombre tipo telenovela, que tendría que cambiar luego, pero es La gloria y la amargura, pues hay momentos de gloria y momentos de amargura”.
Efrén Minero comenta que ya existe mucha información sobre ese acontecimiento histórico, por lo que el libro que prepara es una interpretación simbólica suya. “El mayor énfasis es en la parte de la semiótica o la semántica, los signos Yo creo que voy a hacer la última versión a finales de año, no tiene caso contar lo que ya contaron todos, no es historia, no es reporte”.
Al escritor se le pregunta la razón por la que ha tardado en terminar este libro, a lo que responde que debe dividir su tiempo como docente y otras actividades. “Tengo que trabajar en ratitos, no trabajo de tiempo completo, pero ya leí todo, ya hice fichas, soy muy metódico y muy exagerado, ya tengo todo, y ahora lo que tengo que hacer es definir bien cuáles son mis hipótesis”.
Aclara que éste es el único de todos los libros que prepara ahorita que le gustaría sea publicado. También trabaja en una novela que no pretende salga al público. “De hecho está siendo escrita para un lector y se lo dije específicamente: esto es solo para que tú lo leas y no hay ninguna forma que lo publique. Para mi hijo (Diego Efrén), le dije te voy a escribir una novela para que la leas y ya, es mi voluntad”.
Además de su actividad académica y literaria, Efrén Minero también gusta de colaborar en diversos medios de comunicación impresos y electrónicos. Al momento de la entrevista, estaba por reunirse con la periodista Miriam Bueno para retomar un proyecto de colaboraciones suyas en el portal Elipse, “que para mí es a todo dar porque estoy subiendo una especie de notas, de mini crónicas de cosas que van saliendo”.