Cuando las mascotas son parte de tu familia todo lo bueno pasa: amor incondicional; no reprochan ni guardan rencores por lo que hiciste; perdonan quedarse en casa cuando tienes que salir a trabajar; están a tu lado en todo momento que se los permitas; lamen tu mano en señal de agradecimiento y su mirada es la más limpia e inocente que puedas mirar, después de la de los bebés y niños.
Los animales son nobles con quien los trata bien y les cubre sus necesidades de alimento, agua, cobijo, limpieza, espacio, libertad de movimiento y cariño. Están total y absolutamente a merced de quién los tiene. Y al adoptar o adquirir uno, hay un compromiso de atenderlos y cuidarlos como seres vivos inteligentes que son para darles vida digna.
En Estados Unidos y otros países en lugares de trabajo, se acepta que lleven a sus perros limpios y sanos con la garantía que estén bien educados. No es común, ni he visto, que permitan llevar gatos por su propia naturaleza independiente y supongo para evitar encontronazos entre las dos especies.
En vuelos comerciales ya permiten llevar perros o gatos, según prescripción médica, para calmar la ansiedad de las personas. Los espacios de actividades humanas se abren cada vez más para permitir la presencia de mascotas sanas, limpias y educadas en compañía de sus amos.
Desde niña me han gustado mucho los animales: siempre he tenido perros en casa y me gusta sacarlos a dar largos paseos muy temprano por la mañana. De hecho salimos a correr juntos y los dejo libres cuando hay condiciones de seguridad para ellos.
A los gatos los empecé a conocer por el gusto que mi hijo tiene de ellos. Entonces comenzó la convivencia de perros, gatos y humanos. En ocasiones también hemos tenido aves pequeñas en jaulas grandes porque, a pesar de la contradicción, me gusta que estén lo más libre y cómodos posible.
Convivo con dos perras y dos gatos y la vida me está dando la alegría de adoptar a otros dos gatos, una hembra y un macho que conozco y he cuidado constantemente. Estoy muy emocionada por tenerlos conmigo y por el reto que estoy segura y confiada de lograr para ofrecerles convivencia sana, tranquila y segura que requerimos todos.
Es la primera vez en mi vida que voy a tener casa llena de mascotas y me encanta la idea: tres hembras y tres machos. Todos esterilizados. ¡Ni cuando niña tuve tantos yo sola!
Mi año empieza con esta gran alegría y emoción que ni en mis más felices sueños fantaseé.
Como siempre me ha dicho mi brody Nacho en referencia a las mascotas, de una forma un poco cruel: “Si metes a tu pareja y a tu perro en la cajuela de tu coche, ¿quién se pone feliz de verte cuando la abre? ¡El perro hasta te mueve la cola!” Y sí, así es.