Se ha advertido con insistencia en este espacio sobre el escandaloso aumento de la violencia y de la inseguridad en Puebla, y este fin de semana es un botón de muestra de la gravedad del asunto: Por un lado sigue incrementándose el número de linchamientos y tan solo en los días recientes hubo tres intentos de la gente de hacerse justicia por su propia mano. Por el otro, se ha llegado ya al feminicidio 90 en el año que corre.
Pareciera que el gobierno de José Antonio Gali Fayad no ha hecho las correcciones pertinentes al sistema de impartición de justicia, lo que necesariamente pasa por la remoción de Víctor Antonio Carrancá Bouguet.
En efecto, el titular de la Fiscalía General del Estado y quien fue procurador durante todo el sexenio pasado ha sido negligente en su desempeño, al punto de que varios delincuentes de alta peligrosidad han quedado en libertad, mientras que el aparato de la dependencia se ha usado para castigar y escarmentar a disidentes.
La inseguridad está en un punto nunca antes visto en la historia reciente de Puebla y Carrancá no parece tener la menor preocupación por el deterioro que hay en la integración de carpetas de investigación y el castigo fehaciente a los criminales y delincuentes.
Por eso no resulta ocioso hacer nuevamente un llamado a que este funcionario sea depuesto del cargo y que en su lugar se nombre a una persona que sea eficiente y tenga un verdadero compromiso con los poblanos, porque la situación es, por mucho, ya insostenible.