El gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez debe honrar su palabra y cumplir la ley, al abstenerse de usar o, en su caso, dar la impresión de que su inminente primer informe de actividades es el inicio de la campaña priista de cara a los comicios constitucionales del próximo año.
A menos de 40 días para que el priista tenga que cumplir con esa obligación, no debe caer en esa tentación; debe ceñirse al artículo 70 constitucional en su fracción VII que le ordena rendir por escrito al Congreso el informe sobre la situación general que guardan los diversos rubros de la administración pública, dentro de los primeros cinco días del mes de diciembre de cada año.
Es decir, que en ese lapso deberá entregarlo, y deja abierta la posibilidad –en el artículo 44 constitucional- para hacerlo ante el pleno o bien, enviarlo por escrito. Es decir, Marco Mena debe, en todo caso, emitir un mensaje ciudadano el mismo día que lo entregue, o bien, siete días antes o cinco después como lo establece el artículo 242 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, bajo el principio de que las autoridades están obligadas a realizar solo lo que les mandata la legislación; ni más ni menos.
Con ello, podría enterrar esa vetusta tradición instaurada por el PRI que ideó esos informes como el culto y tributo a la personalidad. También deberá dar un golpe de timón en sentido contrario a su antecesor, quien en su momento fue sancionado.
Hay que recordar que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) amonestó públicamente al ex gobernador Mariano González Zarur por violar diversas disposiciones de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, por la indebida realización de su informe ciudadano llevado a cabo el pasado 14 de enero de 2015.
Ello porque la fecha en la que el ex gobernador presentó al Congreso del estado su informe fue el 5 de diciembre de 2014, por lo que atendiendo a esta disposición tuvo que haber rendido dicha difusión, a más tardar, el 10 de diciembre de esa anualidad, pero no fue así, lo hizo el 14 de enero de 2015, lo cual violentó el artículo 242, numeral 5, de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales.
Marco Mena no debe hacer cosas buenas que parezcan malas, ni viceversa, porque la cercanía anunciada con el PRI no debe generar más ruido electoral del que ya se tiene en un Tlaxcala, que por cada hijo que tiene también un político le dio.