Estrella en la frente del SNTE. Se ha generalizado la fiebre por crear estructuras paralelas a las normales, a la Universidad Pedagógica Nacional y a los centros de actualización del magisterio.
A nivel local se fundamenta la propuesta en la Ley General de Educación. Ahí se asienta que corresponde a la autoridad federal: “Regular un sistema nacional de formación, actualización, capacitación y superación profesional para maestros de educación básica.”
La Ley del Servicio Profesional solo apunta: “El Estado proveerá lo necesario para que el personal docente y el personal con funciones de dirección y de supervisión en servicio tengan opciones de formación continua, actualización, desarrollo profesional y avance cultural.”
Los diputados del SNTE –léase Panal– aprovechan la coyuntura. En su interpretación se proponen la “formación con nivel de licenciatura; la actualización y superación docente de los maestros en servicio; la realización de programas de especialización, maestría y doctorado; el desarrollo de la investigación pedagógica; y la difusión de la cultura educativa.”
Como lo señala en su momento el director del CAM: “Nosotros no tenemos una idea exacta de cuál sería su campo de acción, no estamos en una situación de competencia ni cosas por el estilo”. En consecuencia, lo que se crea es su propia competencia.
Ello lleva a preguntar si se trata de una entidad de calidad como se aprecia en los discursos. ¿Cuántos doctores en educación, pedagogía, didáctica, psicopedagogía, etc., se encuentran laborando en la SEP para conformar la comunidad de excelencia?
Si se accede al registro del Sistema Nacional de Investigadores se encuentran ocho de los que siete laboran en la UAT y uno en el Coltlax, que es el secretario SEP. Lo que plantea un reto para que el instituto no se convierta en la vía fast track para otorgar grados académicos. Estrella en la frente del SNTE por el fomento a la endogamia.