El presidente de la Cámara Regional de la Industria de la Masa y la Tortilla (Carit), Cruz Mora Avendaño informó que los negocios informales preocupan más a los socios de este organismo que la Secretaría de Hacienda, pues los primeros representan una competencia desleal.
“La incertidumbre es porque la autoridad no hace nada con respecto a este comercio informal que prolifera y que prácticamente ya se ha vuelto una plaga; en nuestras ventas estamos por los suelos porque estamos trabajando más o menos a un 30 o 40 por ciento de nuestra capacidad instalada a causa de la existencia de las tortillerías informales, porque los precios ya se estabilizaron de la materia prima, el hidrocarburo depende del precio del dólar y por ello nos mueve al alza y a la baja”, refirió.
Mora Avendaño insistió en que la principal preocupación de este sector es la prevalencia del comercio informal, pues “creo que nos preocupa más que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP)”.
El dirigente de la Carit mencionó que los precios de los insumos de esta industria se han estabilizado tras el incremento que se registró en enero pasado, pero ya han buscado acercamientos con las autoridades municipales y han enviado oficios, pero no han obtenido una respuesta de combate a la informalidad.
“Para el segundo semestre del año lo que esperamos es sobrevivir porque es difícil acercarnos a la autoridad para decirles lo que tienen que hacer y luego se molestan, entonces lo que buscamos es mantenernos, por ello buscamos acercamientos con las autoridades municipales desde el periodo de campañas y dos meses después de que entraron en funciones se les enviaron escritos, entonces solamente nos falta que hagamos marchas porque por las buenas no entienden nuestros políticos”, lamentó.
Además, señaló que es en todos los municipios donde se registra la presencia del comercio informal, de acuerdo con la densidad poblacional de cada uno y ejemplificó que mientras en Nanacamilpa abren dos o tres negocios de este tipo, en Tlaxcala capital son 100.
Recordó que en enero los industriales de la masa y la tortilla enfrentaron el incremento al precio de la gasolina, diesel y energía eléctrica, lo cual impactó en el pago de fletes y la mano de obra.
Ante esas condiciones, el objetivo fue mantener los empleos que generan los negocios formales, porque principalmente son establecimientos familiares en los que requieren de uno o dos ayudantes.