“¡Gracias por salvarme la vida!”
Con esta expresión, Belén inicia su relato.
Optimista, saluda a un público numeroso, casi la totalidad está compuesto por médicos, oncólogos, ginecólogos, enfermeras y trabajadoras sociales.
En la explanada de la delegación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) sobresale una pantalla enorme con su imagen.
“Mi familia está integrada por mi esposo, quien me acompaña, y mis dos pequeños niños de 7 y 2 años de edad”, señala afectuosamente.
El 10 de junio pasado, Belén se enteró que en la clínica número 2 del IMSS, en Apizaco, que se realizaría el Encuentro Médico Quirúrgico de Ginecología.
Sin dudarlo solicitó atención, pues difícilmente podría recibirla en San Pedro Ecatepec, municipio de Atlangatepec.
Es una de las más de mil tlaxcaltecas diagnosticadas.
“Como yo ya había tenido algunos síntomas en mi seno derecho, decidí acudir a realizarme una revisión”, refiere.
El médico concluyó que era necesario realizar una biopsia. En ese momento Belén se sometió a la prueba, porque se palpaba una bolita en su seno.
“Yo la había sentido desde que le daba pecho a mi bebé”, comparte.
En esa época los médicos le dijeron que ese malestar desaparecía con el tiempo y con masajes, cosa que no sucedió.
Al paso de los días esa bolita crecía más.
“Cuando me presenté por mis resultados de biopsia, tristemente me dieron la noticia, la que muchas mujeres no quisiéramos que nos dieran”, lamenta.
El diagnóstico clínico arrojó cáncer de mama.
“Los médicos me orientaron y me invitaron a tomar la mejor decisión para salvar mi vida”, continuó.
Belén autorizó que le practicaran una mastectomía radical.
Aún acongojada expone: “aunque sé que todavía es un camino largo, agradezco infinitamente a todo el personal que laboró en este Encuentro Médico Quirúrgico”.
La paciente asegura que recibió un buen trato. Dice que no se compara con la de ningún otro hospital.
“A pesar de que no soy derechohabiente del Instituto Mexicano del Seguro Social, recibí amabilidad y ayuda”, asienta.
Belén muestra agradecimiento, “porque –afirma– si yo hubiera tenido que pagar esa cirugía, la verdad, no hubiera podido”.
Reitera su gratitud en cada momento.
Se dirige al director general del IMSS, Mikel Arreola, quien escucha su testimonio. Hace lo propio con el gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez, también presente.
La correspondencia la extiende hasta el presidente de México, Enrique Peña Nieto.
“Porque gracias a ellos tengo la oportunidad de seguir viviendo para mis hijos y seguiré siendo el pilar de mi hogar”, exalta.
Belén es una de muchas otras pacientes que hacen presencia, entre ellas sobrevivientes del cáncer o que se encuentran en tratamiento. Algunas llegan en sillas de ruedas.
Todas son reconocidas por su valentía y convicción, “para darse la oportunidad y el tiempo de realizarse los estudios”.
En la mayoría de los casos de mujeres valoradas, el IMSS desechó la posibilidad de cáncer.
Los especialistas les piden que se revisen al menos una vez al año para descartar cualquier problema. “Es más fácil a después lamentarlo”.
Aseguran que esta institución no discrimina a nadie.
Belén decidió luchar
Sin embargo, puntualizan que en este tipo de encuentros de ginecología solo se destinan 6 minutos a cada paciente, los cuales deben ser aprovechados al máximo.
Pero aseveran que los exámenes se llevan a cabo con equipo de alta tecnología. Hay un laboratorio de patología idéntico al del Centro Médico La Raza.
“El personal es altamente capacitado”. Los resultados están listos en 30 minutos o en un lapso de cuatro horas, destacan los médicos.
Con este procedimiento clínico Belén fue valorada, todavía de manera oportuna.