El proceso inflacionario se ha quedado en la estructura de costos personal. Esto es, explicó el economista Anselmo Chávez Capó, que la inflación estimada en un aumento del 6.31 por ciento se ha instalado en la vida diaria del ciudadano común.
El profesor de la Universidad Autónoma del Estado de Puebla señaló que en este segundo semestre de 2017 hay menos capacidad de compra y eventualmente menos expectativa de crecimiento.
Durante una rueda de prensa, advirtió que para incrementar el gasto será necesario un aumento de crecimiento económico, y no hay bases para que se dé.
El investigador de la Facultad de Administración Financiera y Bursátil señaló que este efecto inflacionario se ha quedado en el bolsillo del mexicano.
“Si suben limón o el jitomate, por ejemplo, ya no volverán a bajar, pese a que su subida era de temporal. Lo mismo pasará con el transporte público y privado que, de subir sus costos no bajarán, así como las colegiaturas y los útiles escolares”.
En ese sentido, Anselmo Chávez señaló que la capacidad de compra se ha perdido en un 10 por ciento. Asimismo, que si bien el índice nacional de precios al consumidor mide este efecto, no mide de manera completa ya que cada comprador tiene variables que le afectan de diversa forma.
El investigador universitario estimó que apenas se está procesando el incremento del dólar, cuyo efecto se sufrió a inicios del año y ahora esta a la baja, lo que podría ayudar a disminuir o regresar la confianza del consumidor, no obstante incrementaron precios que podrían disminuir el deseo de compra.
Incluso, señaló que un factor de incertidumbre será la elección de 2018, con la designación de quien será el nuevo presidente, el cual “si bien es un asunto político es también político económico”.